Qué lindo es ver a la burguesía tener que retroceder, tener que tomar decisiones que no les gustan nada. Mostrarse frente al pueblo trabajador como la que resuelve y da concesiones a las masas, a sabiendas de que esta demagogia es el resultado frente a las luchas por un salario digno.
Esto lo sabemos todos: sólo con la lucha rompemos los planes de los monopolios, que apuntan a achatar salarios, más productividad con más explotación, más ajuste, menos inversión en salud, educación, servicios, etc. ¿A qué nos referimos cuando decimos que el gobierno y sindicatos, tienen la necesidad política de mostrar su ¨benevolencia¨ frente a la clase obrera?
En estos últimos días se ha dejado trascender por los medios, por boca del gobierno y de la C.G.T, que una de sus intenciones de este año es levantar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. La iniciativa elevaría a $5.000 el piso salarial mínimo mensual a partir del cual un trabajador soltero sin hijos soportaría el peso del impuesto (hoy en $4.015). En el caso de tratarse de un empleado casado con dos hijos, el valor mínimo mensual pasaría a $6.846 (hoy en $5.554)
Hay algo que no se nos debe escapar: es que esta medida la hacen para proteger sus intereses, ya que el auge sostenido de las luchas por aumento de salarios quebró con las intenciones de la burguesía de no superar el 15%.
Intentan frenar la lucha ejemplificadora que iniciaron los trabajadores de las alimenticias que han ganado el 35%, porque prendió en muchos otros sectores. Entonces la C.G.T quiere desviar el eje tirando por la borda el 35%, sale a plantear el 20% con la intención de clavar el ancla, poniendo un techo que por todos lados se ven sus grietas, donde la lluvia de reclamos inunda los negocios de las trasnacionales. Pero la marea esta revoltosa aún, porque ya se pidió reabrir paritarias, aunque la clase sabe que en la lucha se define todo y no en negociaciones que siempre son desfavorables para el obrero.
Señor Moyano y señora Cristina de Kirchner hagamos un poco de historia:
“En febrero de 2006, en Colonia Las Heras, provincia de Santa Cruz, fue asesinado el suboficial Jorge Sayago en medio de una violenta manifestación de trabajadores petroleros que reclamaban la anulación del impuesto a las ganancias. Como motivo de ello, el Poder Ejecutivo, que había resistido la decisión, modificó las escalas, produciendo la suba del mínimo no imponible. En julio de 2007, en Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz, trabajadores en huelga destruyeron las instalaciones de varias empresas pesqueras, protestando por similares motivos.”
Lo más ridículo de todo el planteo burgués actual es que nos quieren hacer creer que el “bueno de Moyano”, ganó él que se subiera el piso del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias… Por favor.
Los trabajadores ya sabemos que dicho impuesto, se nos hace a los laburantes cuando en realidad el salario no sólo que no es ganancia para el obrero sino que es pérdida, ya que el capitalista nunca paga realmente lo que debe pagar, por las cantidades de horas trabajadas y por lo que generamos con nuestro trabajo.