Un nuevo capítulo se sumó a los graves problemas edilicios que registra el colegio Mariano Acosta del barrio de Balvanera, como otros tantos, en la Ciudad de Buenos Aires. La institución, que en 2007 permaneció cerrada durante casi tres meses, hoy vuelve a registrar nuevas fallas tras la caída de una mampostería y varios sectores deshabilitados.
En diálogo con los medios, un estudiante, detalló que la mampostería que cayó pesa cerca de cinco kilos y detalló la crítica situación edilicia que atraviesa actualmente el colegio. El padre de un alumno, denunció, incluso, que hay sectores clausurados hace varios años.
En este momento, de los tres ascensores que funcionan en el lugar, sólo uno está habilitado, sólo una de las tres escaleras que registra el establecimiento es utilizada. «La respuesta siempre es la misma: no hay presupuesto», refirieron padres y estudiantes.
«Desconfiamos del gobierno de la ciudad, de esta gestión y de la anterior, porque permitió que la escuela llegue a su estado actual», afirmaron. La desconfianza y el descreimiento abundan en la comunidad educativa, lo que motivó en estos últimos años a la organización autoconvoda de padres y docentes, por fuera de las organizaciones sindicales.
Un vocero del ministerio de Educación aseguró que «en conocimiento del problema», funcionarios de la cartera «participarán junto al centro de estudiantes, padres y autoridades de la asamblea para buscar una solución a un problema histórico del establecimiento».
La farsa que arman, como supuestos interesados en dar solución a los reclamos de docentes, estudiantes, familias, da vergüenza.
Mienten cuando participan de asambleas sin llevar repuestas concretas, soluciones o plan de acciones para dar respuesta a los reclamos de la comunidad educativa, que no se queda tranquila, ni conforme con soluciones discursivas, sino que se organiza y lucha para lograr lo que para todos representa el derecho básico y tan importante como es la educación.
“No hay presupuesto”, escuchamos una y otra vez. No hay presupuesto, dicen, para:
* Soluciones edilicias: las escuelas se caen a pedazos, las estufas no funcionan y frecuentemente no hay agua en algunos establecimientos.
* Sueldos docentes: este año la mayoría de los docentes suplentes cobraron en el mes de junio por primera vez en lo que va del año 2010. Muchos otros contratados, sufrieron el atropello de una nueva jugada: supuestos contratos incorrectos, que se debían presentar nuevamente y que postergaron al mes de julio o agosto el primer cobro de lo que va en el año.
* Alimentos de los comedores: Bajísima calidad de los alimentos, una desabrida nutrición diaria para los pibes, que se descarta a la basura, ya que no la comen.
No es ninguna novedad que la burguesía piense en el pueblo sólo como clase para explotar. Piensan que la educación pública, es un gasto y no el derecho del pueblo que apuesta al futuro de sus hijos.
La ausencia del Estado en las escuelas es una forma de privatización de la educación, una manera de fortalecer los intereses privados, al empresariado y desligarse de sus funciones educativas.
Los aumentos de los subsidios a privados son se incrementan año tras año, mientras que la inversión en las escuelas públicas es insuficiente.
Las escuelas públicas, son las escuelas de las familias de trabajadores.
Mientras que los 17 sindicatos docentes, le hacen juego al gobierno, haciendo manifestaciones que son intrascendentes, la comunidad educativa se organiza, lucha y es plenamente conciente que es de este modo como se podrá lograr un espacio educativo digno para nuestros pibes: fortaleciendo lazos entre padres y docentes, ya que padecemos las mismas injusticias como pueblo.
Hoy, en cada manifestación por la Educación Pública, se alzan banderas de asambleas autoconvocadas de cada distrito de la Ciudad de Bs. As. Y es un espacio que crece y se fortalece cada día más.