En Campo Largo, un pueblo a 270 km. de Resistencia, en el centro de la cuenca granera, en donde se producen las riquezas mayores del Chaco, también coexisten las miserias mayores. En donde circulan 4×4 ostentosas, autos últimos modelos, hay niños que beben agua salobre, con hambre, con dengue.
En la escuela primaria del pueblo, hasta el año pasado, se entregaba el desayuno o la merienda a los alumnos, más de una vez era la única comida del día. Los días lunes no faltaba ninguno, ya que venían con el hambre acumulada del sábado y domingo. Este año el 2010, el del bicentenario, por alguna “extraña” razón no se entregó más la ración miserable, pero ración al fin, de desayuno o merienda. Es así que con la decisión de algunos padres y docentes, se comenzó la protesta por esta arbitraria medida. Los del Ministerio aducían que ya no era necesario, ya que las condiciones económicas de la provincia habían mejorado mucho, ¿?. Y la pregunta aquí es: ¿Quiénes mejoraron mucho? ¿Cuándo se muestra con números lo que reciben o cobran los padres? Debido a lo que aumentaron las cosas, no alcanza para un paquete de yerba, pues reciben 60 pesos de tarjeta alimentaria, o 150 de algún plan para 4 ó 5 hijos, ¿cómo hacen para vivir esas personas?
La respuesta fue contundente, se autoconvocaron, se unieron en una sola lucha, y fueron a protestar al intendente, el cual ante la duda, pateó para arriba. Se trasladaron 80 km hasta la regional en Presidencia Roque Saenz Peña, donde las autoridades, plantearon que eso no era necesario, pero la movilización de la gente les torció el brazo.
Hoy, luego de 6 meses, los chicos nuevamente reciben un alimento diario. Hubo que pelear mucho contra la indiferencia y desidia de los gobernantes, pero como decía un compañero, todo lo conseguimos siempre con el esfuerzo, la lucha, el trabajo duro, en el monte como hacheros en los obrajes, como cosecheros en los algodonales o en cualquier lugar que nos toque trabajar, todo lo conseguimos así luchando, siempre luchando, y ahora vamos por más, ahora vamos por el almuerzo, para que nuestros niños, sean realmente el futuro y no carne para la explotación y la marginación.