Explotación y muerte: la burguesía no puede silenciar la lucha de los mineros

Sigue aumentando el listado de ofrecimiento de recompensas, a los mineros que lograron salvar sus vidas. Siguen banalizando la situación de muertes, “para poder vivir” de la clase obrera. Tuvo el gobierno chileno los 5 minutos de fama. Piñera, como buen burócrata oportunista, aprovechó la situación para beneficio propio, y así pretender salir mejor parado en comparación a su nefasta gestión en el momento del terremoto, que el pueblo chileno tanto repudió.

Pero la realidad sale a la luz siempre. En el día de ayer, un minero chileno de 26 años, perdía su vida trabajando en una mina. El trabajador se encontraba en un yacimiento de la región de Valparaíso, la noche del jueves, colocando una cuña en una roca, para evitar que se deslizara, cuando ésta le cayó encima y le causó una muerte instantánea.

¿Si la industria minera es uno de los sectores que más ingresos y empleo genera en Chile, qué costo debe pagar un trabajador para alimentar a su familia? El gobierno chileno durante el 2007 tuvo que clausurar a San José después de las luchas de los trabajadores, por las muertes de compañeros. Luego, el mismo gobierno es el que dice que el yacimiento hizo los arreglos necesarios quedando en condiciones seguras. Pese a todas las denuncias de los trabajadores, el yacimiento siguió funcionando y el tiempo les dio la razón.

Otros doscientos treinta mineros, “siguen atrapados” por la explotación de la empresa San Esteban, propietaria de la mina San José, con aval del gobierno,  porque no cobran sus sueldos, no los echan y no quieren renunciar porque así no cobrarían ninguna indemnización. La empresa dejó de pagar sueldos el día del derrumbe (incluso a los 33 que estaban atrapados). Los 230 mineros organizaron una marcha el mismo día del rescate, que no fue televisada por ningún medio de comunicación, contaron con un apoyo pleno de la gente. Nada debía empañar el rescate. Hicieron invisible la lucha de los trabajadores mineros. Esta lucha rompía con los planes del gobierno monopólico, por eso se tapó.

En este momento donde el cobre tiene un precio muy alto, surgen muchas minas que estaban cerradas y que no están en condiciones de seguridad.

La burguesía en nuestro país no se queda atrás. No sólo tiene una bajísima retención para las mineras (5%) sino que es capaz de volar pueblos enteros como fue el caso de Andalgalá, que fue salvada por su propia gente. Subestiman a los pueblos, los explotan y la ambición de riqueza no les permite ver  que todas estas experiencias no hacen más que fortalecer las luchas y la unidad de los trabajadores.

Poco se ha dicho sobre el total de 31 mineros que han muerto en Chile este año, en 28 accidentes laborales. No tuvieron canales de televisión en directo, no recibieron la visita del Presidente, ni siquiera donaciones de millonarios apenados. Nadie habló de ellos. Y son ya 373 trabajadores de las minas muertos en los últimos diez años, según datos oficiales.

Poco se habla de las condiciones de trabajo a la que nos someten a los obreros en las diferentes ramas de la producción, en todo el mundo.

Aquí en la Argentina mientras el gobierno y todos los medios de comunicación, se mostraban sorprendidos y apenados por semejante tragedia, como si fuera una desgracia ajena, en las fabricas de nuestro país se trabaja a ritmos aceleradísimos de producción, con 12 horas de trabajo de corrido o más, con turnos rotativos, en condiciones totalmente inseguras, con el único fin de acrecentar las ganancias de la empresa.

¡La lucha por la dignidad de la clase obrera, se levanta hoy más que nunca como un grito de guerra!

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