Por donde se lo mire, el reflejo de la profunda crisis política de la burguesía y su gobierno, sobresale por los cuatro costados. La llamada “preocupación de desestabilización política”, tras la muerte del ex presidente, no es nada más ni nada menos que una frase que demuestra a viva voz, que todo está atado con alambre.
Durante estos últimos años, nos han cansado con las falsas noticias de enfrentamientos del gobierno con los “monopolios” (refiriéndose al grupo Clarín), o contra los empresarios de la UIA, o contra una supuesta “oligarquía terrateniente”, cuando en realidad, como lo hemos planteado en muchas notas, de lo que se trataba era del acomodamiento de los intereses de otros sectores monopólicos, relacionados a los negocios que hoy están al frente de las decisiones políticas y económicas de este país.
¿A que se refieren con posible desestabilización política? ¿Qué es lo que les preocupa?
El plan de los monopolios es de achatar cada ves más los salarios de los trabajadores, profundizar la explotación incrementando la productividad, y ajustar los bolsillos de todo el pueblo, con el encarecimiento del costo de vida tras una enorme inflación de los precios. Pero la realidad es que la crisis política es el resultado de la profundización de la lucha de clases en nuestro país. El ascenso de las masas, por las conquistas, no tiene freno. Y esta situación hace retroceder a la burguesía y a su gobierno, en sus planes, y los pone en situación de debilidad, lo que hace cada vez más fuerte a la clase obrera y al pueblo.
Es por eso que resienten los susurros de todos los interlocutores políticos de los monopolios, y no pueden ocultar el grado de preocupación que tienen en medio de esta situación política. Es por eso que todos los medios masivos de comunicación, con todo el periodismo títere y políticos de izquierda y de derecha, tras la muerte de Néstor Kirchner unificaron una consigna: ¡Defendamos las instituciones del sistema capitalista!
En los principales diarios del día viernes, trascendió la noticia de que Moyano se reunió con la Unión Industrial Argentina (UIA), para firmar un nuevo acuerdo de “paz social”, y trabajar en conjunto, cuando supuestamente estaban enfrentados por la propuesta de ley que proponía la CGT sobre la “participación en las ganancias”. Como el horno no está para bollos, tanto el empresario, como el dirigente sindical, sostuvieron la necesidad de «ser responsables» y apoyar la gestión de la presidente Cristina de Kirchner
Méndez, presidente de la UIA, explicó: «tuvimos una charla en la cual coincidimos en que la muerte del ex presidente Kirchner significa un llamado a la atención sobre qué es lo que debe hacer cada uno».»El mensaje (de esa reunión) es que el sector trabajador y el sector empresario están juntos», afirmó el empresario en declaraciones radiales.
Mientras que Moyano, les dijo a los dirigentes industriales que la muerte de Kirchner marca el inicio de una nueva coyuntura, un tiempo no de confrontación sino de acuerdos, un momento de dejar de lado la lucha cotidiana. Un tiempo de construir alianzas de cara a los difíciles días que se avecinan para el país.
La crisis política de la burguesía se ahonda. Y por lo tanto ellos pretenden alinearse como clase en medio de una profunda disputa interburguesa. Pero lo más importante de todo esto es el deber histórico que tenemos la clase obrera de unirnos como clase. Porque su debilidad política es nuestra fortaleza para seguir avanzando en el camino de la unidad y las conquistas.