La presidenta, en medio del discurso de la 16a. Conferencia Industrial Argentina convocó a un “diálogo tripartito”, donde incluiría a empresas, gobierno y sindicatos, con el objetivo de encontrar la tan deseada paz social, ya que la lucha de clases, no da respiro.
Mientras que ayer trabajadores del frigorífico Quickfood, tomaron la planta y cortaron la panamericana por reclamo salarial y contra las tercerizaciones, Cristina Kirchner, pedía: darle «racionalidad, institucionalidad y legalidad» a la puja distributiva y rechazó aquellas medidas de protesta que convierten a los ciudadanos en «rehenes». Mientras que Scioli decía: «No podemos ser 40 millones de argentinos rehenes de prácticas que no le hacen bien al país».
También trascendieron los nefastos comentarios de los empresarios en el almuerzo posterior al discurso: Javier Madanes Quintanilla, presidente de Aluar y Fate, calificó el discurso de «apropiado, sobre todo en momentos en que tenemos que recorrer un año electoral de la manera más tranquila. Por su parte, José Urtubey -director de Celulosa Argentina y hermano del gobernador salteño- lo ponderó por ser «un discurso ordenador», que no sólo apuntó a empresas y sindicatos, sino también a otros sectores sociales. Y por último, para rematar, De Mendiguren, presidente de la UIA, dijo: «hay que construir una red de relacionamiento que cambie de raíz nuestro humor social».
El tema principal que está en la agenda de este encuentro tripartito, es cómo frenar la avalancha de reclamos que emanan de los trabajadores y el pueblo en medio del plan de los monopolios de ajustar cada vez más los salarios y aumentar los precios para obtener cada vez más rédito económico.
Pero la única realidad es que las luchas populares van tomando cada vez más fuerza mientras que las políticas del gobierno y los monopolios, se van debilitando cada vez más.