Héctor Méndez (presidente de la UIA), le planteó al gobierno que “si el acuerdo económico y social es sólo para discutir precios y salarios, no nos sentaremos a la mesa”.
Sus objetivos están muy claros: el primer punto es tratar de abrocharnos con un nuevo tope salarial. Pero como se la ven venir y ya saben de antemano que no van a poder, los empresarios aprovechan la volteada y buscan asegurarse tratando de hacerse de un paquete de leyes “que sirvan independientemente del Gobierno que surja de las próximas elecciones… para consolidar un vínculo permanente…dicen.
Entre las normas que trascendieron como indispensables para avanzar en “el pacto”, aparecen:
1.- La reclamada Ley de accidentes de trabajo (que eliminaría “la doble vía” que permite cobrar la indemnización de las ART y luego reclamar una suma mayor en la Justicia).
2.- La modificación del artículo 30 de la Ley de contratos de trabajo, que establece los alcances del régimen de “tercerizados” (que en la actualidad hace solidariamente responsable a la empresa que contrata por las obligaciones de la empresa contratada).
3.- La reforma de la Ley penal tributaria.
4.- Poder ajustar “por inflación” los balances de las empresas, con lo que a los activos que son la base imponible, podrán tener un valor libros acorde con lo que realmente valen.
5.- Modificar las normas medioambientales, que fuerzan a las empresas a contratar seguros de caución, porque la ley actual no permite a las aseguradoras generales intervenir en este mercado.
Con el argumento de que muchos empresarios y posibles inversores interesados en “el boom económico que se vive en la Argentina” están reteniendo sus dineros a la espera de ver cómo evoluciona “el marco legal en el que se desenvuelva la economía”, lo que están tratando es que lo que les arranquemos por un lado los trabajadores con la lucha, recuperarlo por otro, adecuando o profundizando sus ya nefastas leyes.
Todo esto ocurre en el marco de la movida que llevan con el gobierno, tratando de firmar “minipactos” con distintos sectores. El primero que por arriba cerraron hace pocos días con el sector petrolero, se murió antes de nacer con la huelga del personal jerárquico de los yacimientos de YPF en las provincias de Chubut y Santa Cruz.
Ahora apuran uno similar con el sector minero, y ya saben que los antecedentes no son nada buenos, pero no les queda otra… El objetivo es reunir unos cuantos “acuerdos” de este tenor y en una ceremonia fotográfica, presentarse Moyano con la UIA y así tratar de rubricar “un pacto global” para tratar de regentear lo que se les viene en 2011.
El pacto nació herido, decíamos semanas atrás. Ahora ya se murió.