Si a uno lo agarran medio desprevenido hasta parece que la discusión salarial ya terminó, que las paritarias “fueron”… que ahora estamos en otra cosa.
Pero la realidad dista bastante de ello y más allá de que los reclamos son presentados permanentemente por los medios de la burguesía como reclamos “de los gremios”, la cosa por abajo está más que caldeada, estado de ánimo que empeora día a día con el aumento incesante de los precios.
A pesar de los arreglos de los sindicatos con el gobierno, en cada lugar se manifiestan conflictos –muchas veces silenciados- que no aparecen en “los grandes debates” ni en las negociaciones generales. Es evidente que la presión que surge desde abajo ha obligado a los jerarcas sindicales a “acordarse” de que existíamos los trabajadores. Cada lucha, por más pequeña que parezca, aporta al torrente nacional del enfrentamiento, no sólo contra los planes monopolistas sino sobre todo contra la institucionalidad decadente de este sistema.
Los trabajadores bancarios lograron un incremento salarial del 29,5% que regirá a partir del primero de mayo y hasta el 31 de diciembre próximo sobre todas las remuneraciones de bancos públicos y privados del país. El nuevo sueldo mínimo asciende ahora a $5.800 mensuales de bolsillo.
El SMATA se vio obligado a negociar salarios cada tres meses, en donde la pauta anual de incrementos no podrá estar por debajo del 28%.
Luego de iniciar medidas que incluyeron paros sorpresivos de dos horas por turno y bloqueos a las plantas, los trabajadores de alimentación mantienen su reclamo original por un piso salarial de $ 4.000, que representa una suba de alrededor del 42%. Los niveles de recomposición salarial que se discuten en esta paritaria superan las subas de 30% y 32% fijadas las últimas semanas en las negociaciones de los trabajadores bancarios y operarios metalúrgicos de la UOM, respectivamente, y también se ubican por encima del incremento de 30% que aparentemente firmará en los próximos días el sindicato de los trabajadores de comercio. Obviamente, todas volaron el techo moyanocristinista del 24%…
En medio de todo esto no hay que olvidar que en Santa Cruz, el conflicto docente continúa desde hace más de 50 días, con un paro tras rechazar una propuesta de aumento del 25% y reclamar un incremento del 50%.
La disputa cobró relevancia nacional cuando un grupo de docentes se unieron a petroleros para bloquear la entrada a una refinería de YPF ubicada en Cañadón Seco, a 15 kilómetros de la localidad de Caleta Olivia, paralizando la producción de crudo de la región.
Pasa de todo aunque la burguesía pretenda hacernos creer que no pasa nada. Todas las luchas adquieren relevancia en este contexto. Ninguna lucha es chica, en ellas también se están gestando las bases de un verdadero proyecto nacional, revolucionario, en una época de conquistas e iniciativas políticas firmes de la clase obrera y el pueblo. Y esta situación pone a los monopolios y a sus gobiernos a la defensiva.
Mientras que nos pone a los trabajadores frente a la posibilidad de nacionalizar las luchas, y a los revolucionarios ante la responsabilidad de crear, simultáneamente, las bases organizativas y políticas para disputarles el poder.