Cristina y los monopolios, acorralados en Santa Cruz

Mientras la presidenta reparte negocios para los fabricantes y comercializadores de televisores, subsidios a cuanta empresa monopolista lo exija para aumentar su patrimonio, multiplicado en estos ocho últimos años a niveles promedio de 8% anual, deroga leyes que estipulan el 82% móvil sobre el básico para los jubilados del país lo cual significaría un aumento importante para la mayoría de los “pasivos”, sostiene a pedido de los monopolios las leyes de flexibilización laboral, firma leyes de entrega de tierras, manda a reprimir a docentes que protestan frente a la casa rosada, abrocha negociados con la televisación del fútbol de primera y del nacional B, firma convenios multimillonarios y contaminantes con las mineras que destruyen la cadena montañosa andina y envenenan el ambiente, en fin, destruye la vida y el futuro de millones de argentinos por virtud de lo que mandan los monopolios en el poder, los petroleros, docentes y sectores populares están librando extraordinarias batallas en Santa Cruz.

Con su más fría cara de piedra, Cristina Fernández Vda. de Kirchner, no hace ni mención del incendio social que hay en su propia provincia.

Según las últimas informaciones provenientes de esa provincia, se habría dado un ultimátum a los trabajadores para que liberen los ingresos a las plantas petroleras. Esto acompañado de un irrisorio intento de meter miedo con el argumento de que las empresas como la Pride se irían del país, dado que “no pueden trabajar”.

Cuando se llega a instancias de ultimátum hay poco para maniobrar. ¿Qué pasa cuando los trabajadores no acatan la amenaza?

¿Cómo queda parada la burguesía monopolista y el gobierno ante tal situación?

¿Se verán en la disyuntiva de intentar desalojar por la fuerza?

¿Y si esa acción multiplica las fuerzas populares que saldrán a defender a los huelguistas?… ¿Acaso eso no es lo que pasó en Cutral Co, también con los petroleros que dieron origen al nombre de piqueteros y fogoneros? Porque ya fueron muchos los pobladores que manifestaron esa voluntad de rodear a los trabajadores en lucha para evitar la represión del Estado.

El gobierno y los monopolios fueron llevados por la lucha a una situación muy delicada, ya no se trata de pagar lo que deben, que es lo que reclaman los trabajadores a quienes no les abonaron sus salarios, sino que la cuestión es que no les han podido doblar los brazos. Y, además, que la lucha, que en principio se originó por reivindicaciones sectoriales y distintas, hoy juntó a trabajadores petroleros, docentes, y pueblo en general que han unificado en la práctica lo que en los papeles aparecía como distinto.

Los pasos caminados en la lucha ahorran años de comprensión en la conciencia de los pueblos.

Los santacruceños avanzan hoy unificados en los hechos, contra una política que se aplica nacionalmente en cada punto del país y que por distintos mecanismos la burguesía intenta enturbiar y esconder para confundir.

Con firmeza y decisión se fue llevando a la burguesía y al gobierno a este punto de no retorno. El pueblo mantiene la iniciativa y la jugada del enemigo de clase tendrá que esquivar algo que parece imposible.

Desde lo político, podemos decir con seguridad que ya se ganó. Hoy, cualquier paso que den los monopolios y el gobierno, será con resultado negativo para ellos y redundará en un debilitamiento mayor aún.

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