Grecia está en llamas. Tremendos enfrentamientos se vienen dando principalmente en Atenas, en donde hasta el momento hay más de 30 personas detenidas y 500 heridas (de las cuales 20 son policías). Todo ocurrió en las inmediaciones del Parlamento, en el segundo día de paro general, entre fuerzas de seguridad y manifestantes, mientras los legisladores aprobaban –como si nada pasara- “el plan de ajuste económico” que no es otra cosa que los dictados de la oligarquía financiera para ese país.
Las medidas prevén recortes de 28.400 millones de euros (40.000 millones de dólares) en el periodo 2012-2015 y un programa de privatizaciones para recaudar otros 50.000 millones. Cualquier parecido con nuestra historia reciente, los griegos ya lo conocen… sólo basta ver las fotografías publicadas.
Más de mil jóvenes concentrados en la plaza Syntagma arrojaron proyectiles contra los policías que reprimían la movilización con gases lacrimógenos, buscando impedir el avance de los manifestantes, que presionaban para ingresar al recinto para impedir la votación del ajuste antipopular. «Nos quedaremos aquí hasta que caiga el gobierno», se leía en una pancarta.
En el momento en que se supo de la aprobación de la ley, un grupo logró llegar mediante escaleras al primer piso de un edificio que alberga una sucursal del instituto bancario Eurobank, rompiendo las ventanas; otros jóvenes lograron prender fuego con bombas molotov la sede de Correos, que quedó destruida, y un puesto de policías en el ministerio de Defensa. También usaron hondas con las cuales tiraron tornillos y bolitas de hierro, mientras los enfrentamientos se extendieron a otras zonas aledañas a la plaza.
Diputados que en la víspera habían prometido votar en contra pero a la hora de los bifes apoyaron la ley, resultaron heridos cuando los manifestantes le lanzaron sillas y botellas… debieron salir escoltados por la policía.
Protestas y manifestaciones se llevaron a cabo también en otras ciudades del país. En Heraklion, capital de la isla de Creta, un grupo de manifestantes destruyó las oficinas locales del Pasok cuando había una reunión de afiliados. En Chania, otra de las grandes ciudades de Creta, destruyeron también las oficinas del partido oficialista y ocuparon el despacho de la comuna, obligando al alcalde a buscar protección policial.
Así las cosas, más allá del resultado en el Parlamento con este paquete de ajuste, el pueblo griego ya sabe que nada será igual de acá en adelante; y que el gran desafío que enfrenta es –justamente- que una salida política esté en manos del pueblo y no en los despachos de estos delincuentes.
Como lo venimos señalando en varios artículos de nuestra página, la moneda está en el aire y los pueblos del mundo ya se han echado a andar. Las experiencias de movilización, que se están dando en todo el planeta se van contagiando y expresan oposiciones radicales a los negociados del capital monopolista y sus gobiernos.
La lucha del pueblo griego –entre muchos otros- está haciendo crujir todo el andamiaje institucional de la burguesía a nivel mundial, desenmascarando el brutal e inhumano sistema capitalista.