Cuántos escritos habrá en este país de diversos historiadores, políticos y analistas, que caracterizaron a la vieja oligarquía terrateniente argentina como parasitaria. Dicho parasitarismo ahora se ha trasladado también a la superestructura política argentina y a los gobernantes de turno, tengan el sello político que se les quiera poner.
Para muestras, sobran botones. Pero nos vamos a detener en un radical K, para ponerle una denominación, porque este personaje de cuarta lo único que hace son los mandados de la oligarquía financiera internacional; y como fiel empleado y consecuente con las tradiciones del “mundo occidental y cristiano” (viejo slogan de los milicos que defendían con los golpes de Estado a la antigua oligarquía terrateniente)…tenía que ser parásito, no más.
Resulta que el tipo, un tal Miguel Saiz, como gobernador de Río Negro, le entregó a una empresa “china” la concesión por 20 años de 330.000 hectáreas para cultivar soja, a cambio de $ 1.500 millones en “inversión”.
A ver, veamos, radical K. ¿Ud. sabe el valor por tonelada de soja actual? Bueno, se lo recordamos: $1.200.- la tonelada. ¿Nos sigue? Bueno. ¿Ud. sabe cuál es el rinde por hectárea? Lo sabe pero se hace el gil. Se lo vamos a recordar también: 3.700 kg. la hectárea. Le vamos a dar la propina, y digamos que obtienen una cosecha al año. Ahora bien, en 330.000 hectáreas a 3.700 kg por hectárea, ¿cuánto es la cuenta señor gobernador radical K? Según la matemática y si la calculadora no falla. es de 1.221.000 toneladas. Y si la tonelada dijimos que está a 1.200 pesos, daría la suma de $ 1.465.200.000.-, lo cual en 20 años la cifra asciende a $ 29.304 millones; a cambio de los $ 1.500 millones en inversiones de no sé sabe qué. Es decir: con una sola cosecha en un año ellos nos pagarían los 20 años, quedándoles 19 años gratis.
Después de estas cuentas ¿nos va a decir el Sr. Gobernador que los chinos nos van a enseñar a trabajar la tierra? No se preocupe, ud. no es el único. En el Chaco pasa algo similar o parecido, que no es lo mismo pero es igual, con el gobernador Capitanich; o en Formosa, con el gobernador Insfrán, que si tiene que matar indígenas como Roca para poder concesionar las tierras, lo hace (como es de conocimiento público).
En pocas palabras, mientras un sector de nuestro pueblo arriesga la vida con tomas de tierra para tener una maceta donde vivir (como los últimos hechos en Jujuy) ustedes están regalando todo a las grandes empresas multinacionales.
¿Ud. sabe que a un valor de $ 100.000 por vivienda, con $ 29.304 millones se podrían construir 293.000 viviendas? Eso, tan sólo con lo que nos daría las 330.000 hectáreas. Ojo, aquí no estamos contando el resto de las riquezas que se entregan a diario en todo el país, ni el esfuerzo de millones de argentinos, a los monopolios. Bien les cabe a los políticos burgueses el mote de “vende patrias”.
Pero para explicarlo mejor, cuando nos corren con medidas aparentemente nacionalistas de la nueva Ley de Tierras que quieren sacar, he aquí el mejor ejemplo de la lucha inter monopólica (se apuró este señor, los negocios queman); pues la batalla mundial entre la especulación inmobiliaria y la industria alimenticia, a todas luces nos muestra, que en la Argentina, el gobierno acentúa su correspondencia con los monopolios alimenticios (entre otros). El ejemplo es claro: producir en Argentina es una ganga.
¿Es necesario acaso, volver a explicar que vivimos en la era del Capitalismo Monopolista de Estado; es decir, el Estado al servicio de los monopolios, y los gobernantes de turno, fieles cuscos falderos al servicio de esos intereses? Parecería que no…