“Carta muy dolorosa de una hija de exiliados en México”

Recibimos una carta desde México que condensa en su
expresión, la barbarie y los lamentables lastres de la era del capitalismo
monopolista de Estado y su expresión particular en este país. Esto es lo que
tiene para ofrecerle al mundo el capitalismo en su fase terminal.
Paradójicamente esta situación de muerte del poder se da en un contexto
internacional muy diferente al de aquellos años de las dictaduras en América
Latina (no por ello menos terrible). Se está dando en un marco donde los
pueblos del mundo han comenzado a decir basta y se están poniendo de pie,
empujando hacia una situación de ofensiva contra los monopolios, como lo
expresaran Túnez y Egipto, y un sinnúmero de países del norte de África; no
siendo menor la respuesta que los pueblos europeos se predisponen, desde la
movilización, a embarrarles la cancha a las políticas de ajustes que pretende
imponer la oligarquía financiera, para salvar sus negocios, haciendo recaer
todo el peso de la crisis sobre los pueblos.

Nuestro
compromiso y solidaridad está en marcha desde el internacionalismo proletario
, pues
nos encaminamos decididamente hacia un proceso revolucionario en nuestro país
que derrotará a los mismos capitales que están gestando esta barbarie en
México.

“A los
amigos de mis padres. A mis amigos. A todos aquellos que alguna vez encontraron
en México refugio. A quien le importe les escribo esta carta con lágrimas en
los ojos… con la vida llena de reclamos, de indignación, enojo, rabia y una
tristeza muy honda que cada vez se instala más en
la cotidianeidad de nuestros días. Yo, como algunos saben, soy hija de
exiliados; mis padres, como muchos de ustedes, encontraron alguna vez en México
no sólo el refugio apremiante que necesitaban con vital urgencia, sino también
un pueblo solidario, la amable sonrisa y apoyo que tanto requerían para
comenzar a procesar y sanar, para seguir luchando. Hoy es 2 de noviembre, día
de muertos, esa fiesta tan bonita y popular para nosotros, pero este año es distinto…
este año no tenemos espacio en los altares para colocar 50 mil asesinados. No sé
ya cómo decirlo ni explicarlo… pero la verdad es que tenemos miedo, miedo de
que el odio y la atrocidad terminen por devorar absolutamente todo, incluida
nuestra existencia. Este país escurre sangre y espanto por doquier. No podría
enumerar todas las cosas brutales que hacen de esta afirmación un hecho, pero
créanme que los mexicanos vivimos hoy el horror de muchas de las dictaduras que
sus países conocieron. Tenemos miedo del olvido, de la sinrazón… aquí no hay
leyes que valgan ya. El gobierno actúa igual que el narco porque también en
muchas ocasiones actúan juntos, ya no se distingue. Nos están matando, nos
desaparecen, la cantidad de presos políticos, la cantidad de testimonios de
tortura, de entradas ilegales en medio de la noche a viviendas destrozando
todo, ser mujer es un peligro, ser joven o estudiante también, ser periodista,
obrero, ser pensante, crítico, decir simplemente “basta”, es un riesgo en cada
día. Les escribo hoy porque al menos yo (y sé que muchos otros también) estoy
desesperada. Hace unos años decía que yo no quiero repetir la historia de mis
padres y mis abuelos, yo no quiero dejar mi país por decir lo que pienso, por
quererlo y trabajarlo para que sea justo y digno, por salvar la vida. No por
esas causas… Y sin embargo hoy creo que no tenía idea de la dimensión de lo que
decía porque nada de lo que pude imaginar se acercaba siquiera a la barbarie
que han hecho con este país. Les escribo para que sepan pero también para que
no nos dejen solos, no nos olviden, repudien a los representantes de nuestro
gobierno a donde vayan, son asesinos todos, son genocidas de su propio pueblo,
son las bestias que nos devoran un pedazo cada día… No los dejen tranquilos a
ellos, no nos dejen solos a nosotros… Todo lo que digo es poco, comparado con
lo que pasa, lo que se siente, lo que vivimos…sin embargo confío en que lo
entienden perfectamente. Valentina López 2 de noviembre de 2011, México D.F.

“Reproduzca
esta información, hágala circular por los medios a su alcance. Mande copias a
sus amigos. El Terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento.
Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el
Terror. Haga circular esta información”.-Rodolfo Walsh’.”

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