El 3 de noviembre pasado, hace apenas dos semanas, los ministros Boudou y De Vido, daban una conferencia de prensa en donde anunciaban “la quita de subsidios”, principalmente a empresas vinculadas a los servicios (un porcentaje ínfimo en realidad, del monto total de plata destinada a las empresas). En aquel momento, negaron rotundamente que esto pudiera implicar un aumento de tarifas… Habían pasado apenas cuatro días del teatro electoral…
Como no podía ser de otra manera viniendo de un gobierno oligarca que lo único que hace es responder a los voraces intereses de las empresas monopólicas, el aumento de las tarifas, los servicios y el ajuste contra el pueblo que necesita la oligarquía financiera para sostener y, en lo posible aumentar, sus márgenes de ganancias, es el paso que ya tienen en la gatera.
Como ya lo dijimos, la verdadera (y única) cara “del modelo”, rápidamente, se hace presente y busca golpear sin ningún resquemor los ya maltratados bolsillos populares.
Es tal la subestimación que tienen del pueblo, que nos quieren hacer creer que el aumento de las tarifas “nos conviene a todos”, porque así, “el país crece”. Y esta vez, han llegado a implementar mecanismos verdaderamente desopilantes como que, cuando recibamos las próximas facturas, vamos a tener que llenar una declaración jurada (¿?) para justificar si somos merecedores o no de tarifas subsidiadas…
Los subsidios que otorga el Estado al servicio de los monopolios son siempre en beneficio de las empresas y no para los usuarios; porque nunca se habla ni en broma de que las empresas vayan a achicar sus ganancias. Sólo se discute de qué manera o qué sector de usuarios va a pagar lo que antes las empresas se apropiaban directamente del Estado.
Todo un pueblo se pregunta: ¿por qué subsidiar a las empresas que ganan fortunas millonarias? La verdad es una sola en nuestro país: el aumento de tarifas (así como la inflación) apuntan directamente al achicamiento del salario de los trabajadores, hundiéndonos en una mayor pobreza y explotación.
Las amplias mayorías populares, que ya venimos enfrentando las medidas de estos gobiernos serviles, debemos plantarnos con toda decisión frente al aumento de tarifas. Debemos comenzar a unificar la protesta, con ese eje político, y movilizarnos para conquistarlo.
Impulsemos todo tipo de convocatorias, amplias en su contenido y carácter, que nos permitan luchar de forma unitaria, movilizarnos y organizarnos en contra de este nuevo tarifazo.
A la burguesía no le queda otra que profundizar “su modelo”, que no es otra cosa –como siempre- que paguemos nosotros, el pueblo trabajador.
Los trabajadores y el pueblo, sin embargo, si tenemos otra: la de luchar por nuestra dignidad y por la vida que nos merecemos.