En marzo de 2009, los vecinos del barrio San José (Bolivar, Pcia. de Bs.As.) exigen a todos los políticos y sus partidos (en medio de la carrera electoral y parlamentaria), la total erradicación de los silos ilegales de Julián Ojinaga.
No obstante esto, se establece otra planta de silos en la misma área perteneciente a la firma Catalpa S.A. También ocurrió sobre calle la Alvear del mismo barrio, en donde se ubica un nuevo negocio de venta de productos (con almacenamiento de los mismos), evidenciándose tambores de elementos altamente contaminantes para la vida humana.
Nuevamente pasado el año electoral, se renuevan las exigencias de los vecinos, a las que el intendente actual, José Gabriel Erreca y los demás miembros del Consejo Deliberante, no le dan ninguna respuesta.
Existe una ordenanza (Exp. Nº5787/07) con fecha de entrada al Consejo Deliberante el día 21 de agosto de 2007, donde se resuelve que el intendente (en ese momento Juan Carlos Simón) tenía que tomar medidas pertinentes al caso y ejerciendo la “función de policía”, suspender y erradicar este tipo de plantas de la zona urbana.
Todos los antecedentes avalan este reclamo, y por eso los vecinos exigen la total erradicación de los silos Ojinaga, Catalpa y la planta de acopio de estos productos, ubicada sobre calle Alverar.
Tanto el actual intendente, como los que le antecedieron en el término de 40 años, junto a todos los bloques de concejales, jamás movieron un pelo para solucionar el problema al barrio.
Tampoco han obtenido respuesta los vecinos durante estos días con las “nuevas” autoridades, es evidente que a ninguno le interesa hacer nada para evitar que se origine una catástrofe. Los problemas, respecto a la salud de los vecinos, son cada vez más graves: de enfermedades respiratorias hasta las llamadas “raras”, que ocasionan malformaciones. Hace unos 15 días, se comenzaron a percibir olores más intensos aún a glifosato (en general a la noche), lo que ocasiona vómitos y sangrado de nariz, entre otros problemas.
A pesar de que los vecinos hicieron la denuncia a los bomberos y a defensa civil (quienes comprobaron que existió un derrame) todo fue silenciado.
Los propios bomberos comunicaron que “si ahora con el calor alguno de estos silos estalla, no nos da el tiempo para evacuar”.
A pesar de ello y gracias al esfuerzo realizado en su lucha, los vecinos sienten una gran satisfacción, ya que a raíz de haber difundido los reclamos en varios medios, los vecinos de otros barrios se solidarizan con ellos.
Los vecinos se mantienen firmes y plantean que esta lucha continuará hasta las últimas consecuencias.