Entre todas las imágenes que se han difundido por los medios de comunicación, durante la brutal represión contra el pueblo de Tinogasta en Catamarca, hay una por demás elocuente. La imagen de la infantería garantizando el paso de los camiones de las mineras, expresa claramente la situación que atraviesa nuestro país.
El Estado, con sus fuerzas represivas a la cabeza garantizando los negocios de los monopolios, el saqueo de las multinacionales; llevándose puesto cualquier cosa que aparecía a su paso, sin importarles nada, deja crudamente al desnudo cuáles son los verdaderos intereses que este gobierno defiende.
Lo que aparentemente podría leerse como un signo de fortaleza es en realidad todo lo contrario, es una muestra de profunda debilidad.
Lo que se ratifica con la impresentable escenografía armada desde el gobierno, con la presidenta hablando por videoconferencia con un “minero” en Olavarría, que por supuesto apoyaba las políticas del gobierno y planteaba la defensa de los negocios mineros. A las pocas horas ya se sabía que el personaje en cuestión era un dirigente político de la estructura del PJ de esa localidad, del cual fue su secretario general. Cinismo impresentable de la democracia burguesa.
Por eso decimos que lo más importante de todo lo ocurrido durante los últimos días, lo que debemos destacar como trabajadores y como pueblo, es la expresa determinación de todo un pueblo contra el saqueo de los monopolios, que no sólo no cesa sino que se profundiza.
En los reclamos a los gritos que podían escucharse en los videos mientras ocurría la represión en Tinogasta, queda bien claro cuál es el verdadero sentimiento popular: “quién los mandó, de dónde vienen, son unos vendepatrias”, y “el gobierno llama a defender las Malvinas mientras entrega la cordillera”.
También está muy claro que, lejos de verse amedrentados por la prepotencia estatal, aparecen nuevas fuerzas movilizadas para sostener la lucha por nuestra dignidad y en contra de la destrucción monopolista.
Porque luego de la brutal represión policial del día de ayer sobre la ruta nacional 60 en el acceso a la ciudad catamarqueña de Tinogasta, los pobladores autoconvocados bloquean nuevamente el camino, no dejando pasar a los camiones que llevan insumos hacia La Alumbrera. “La gente está decidida en seguir con la lucha» dicen los vecinos, y eso es lo que de fondo está pesando en estos momentos.
Paralelamente a este bloqueo, continuaban hoy las protestas en los departamentos de Santa María y Andalgalá. Allí el próximo miércoles se cumplirá el segundo aniversario del feroz enfrentamiento que se produjo entre la gente que rechazaba el trabajo de la minera Agua Rica y la policía, que terminó con detenidos, autos rotos y edificios públicos destrozados.
En Santa María, los vecinos también seguían manifestándose en la ruta 40, a la altura de Fuerte Quemado; mientras que en Amaicha del Valle y en Belén (donde también en los últimos días hubo represión) se ha declarado el estado de asamblea permanente.
Todos estos pueblos, luchando por una vida digna en cada uno de sus lugares, están expresando la lucha de todo un pueblo en la defensa de todo el país. Soberanía es lo que defiende el pueblo y no lo que plantean los monopolios y su gobierno.
Hay un pueblo que quiere vivir de una manera y eso choca con la necesidad de la burguesía monopolista de imponer como sea sus negocios. Ahí está el quiebre.
Por eso decimos que el único capaz de llevar adelante un proyecto nacional, que defienda los intereses populares, es el pueblo movilizado.