LA OLIGARQUÍA FINANCIERA INTENTA HACER SU FIESTA DESPUÉS DE LA CATÁSTROFE QUE GENERÓ.
Las crisis económicas y políticas en Europa lejos de llegar a su fin están en su etapa inicial. Así lo demuestran países como España, Italia, Finlandia, Hungría, y Grecia, entre otros. Pero destacamos esta última por el nivel de enfrentamiento adquirido y la gravedad de las medidas que pretende tomar la oligarquía en ese país.
Dos días de huelga general, que todo hace presumir que puede continuar, pues el enfurecimiento justo de las masas y el pueblo griego no se hicieron esperar. Más de 10 edificios fueron incendiados hoy en una movilización de 100 mil personas que se enfrentaron con las fuerzas represivas que custodiaban el Parlamento para que éste pudiera sesionar y llevar adelante, entre otras medidas, la reducción de los salarios privados en un 20%, despidos de miles en el sector público y recortes presupuestarios. Todo esto en aras de acceder a un préstamo de 171 mil millones de dólares para que el Estado de los monopolios no entre en default.
Nada más vergonzante, irresponsable e irracional. Los bancos alemanes se vieron beneficiados haciendo negocios con los bancos en Grecia, previo a la crisis, durante años, y ahora son los que exigen las medidas de ajuste a Grecia para que no entre en default donde los principales acreedores son los mismos bancos alemanes que, al mismo tiempo, serían uno de los principales aportadores en euros del crédito.
Un pequeño dato que demuestra la insensibilidad y la voracidad de la burguesía: el índice industrial Dow Jones cerró en una baja del 89,23 puntos, y el NASDAQ retrocedió 23,35 puntos antes de que los bancos le plantearan al gobierno de Grecia que para que accediera al préstamo debían aplicar el ajuste mencionado. Cuando PAPADEMOS y los tres partidos aliados aceptaron aplicar los recortes, los índices de las bolsas mencionados volvieron a subir. La más pura especulación.
Esto es lo que tienen para ofrecernos el capitalismo a nivel planetario. Verdaderas mafias asesinas en un pequeño puñado que ejercen las medidas económicas que absolutamente ningún beneficio les traen a la humanidad. Nada de ellos podemos esperar. Pero he aquí un problema que se les presenta de difícil resolución: los pueblos ya no están dispuestos a tolerar nada. Esto recién comienza. La “Europa democrática burguesa y prolija” se desploma como un castillo de naipes para que aflore la Europa de los sueños y la lucha.