Siendo fieles a la ley antiterrorista y a los intereses de las empresas, un centenar de policías reprimió brutalmente a un grupo de vecinos, principalmente mujeres y niños, que se oponen a la instalación de una subestación eléctrica en pleno casco urbano. Ocurrió el viernes y los vecinos realizaron el sábado 3, una manifestación en repudio.
Se trata de vecinos que se encuentran sitiados en su barrio por efectivos de la policía que mantienen desde hace más de 15 días un vallado perimetral que impide el paso vehicular y peatonal. Los vecinos que quieren ingresar a sus hogares deben mostrar documentos para hacerlo. A esa terrible e irregular situación, hoy se suma la brutal represión a la que están siendo sometidos los vecinos, entre ellos niños.
El reclamo de los vecinos siempre ha sido pacífico y muestra de eso es que el miércoles 29 de febrero se hizo entrega personalmente en el ENRE de la segunda carta en 15 días (seguida de numerosos pedidos de entrevistas negados durante todo el 2011), a la que el ENTE tampoco respondió; y una nueva carta al Secretario de medio Ambiente, Juan José Mussi, que tampoco respondió.
La petición de los vecinos, de traslado de la subestación fuera de zonas pobladas, se basa en las pruebas que ha aportado la ciencia en estos años de que el electromagnetismo a altos niveles y exposiciones prolongadas produce daños
irreparables en la salud, y genera enfermedades letales como el cáncer y la leucemia.
Lamentablemente los vecinos tienen una muestra de este daño en la localidad vecina de Ezpeleta, donde la subestación SOBRAL se ha cobrado la vida de más de 160 vecinos desde su puesta en marcha.
El ENRE debiera controlar a EDESUR y representar la voluntad de la población ante las empresas de servicios eléctricos, para eso fue creado, pero la realidad muestra que su
rol actual es otro: acallar a la gente en beneficio de las empresas que para abaratar costos no generan nuevas planificaciones acorde con los avances científicos en esta
materia. Los vecinos piden diálogo y les responden con golpes de la policía.
Los vecinos de la subestación Rigolleau RECLAMAN por su derecho intransferible a LA VIDA y las autoridades LE RESPONDEN con violencia policial.
* TRASLADO de la subestación RIGOLLEAU a zonas NO POBLADAS.
* POR una LEY SANITARIA que cuide la vida sobre cualquier otro interés!
Esta lucha es una demostración más que en nuestro país hay dos bandos claramente diferenciados: el del gobierno y los monopolios por un lado, con sus políticas en beneficio de la ganancia, insensibles, mentirosos y asesinos, que nos mata cada día de mil maneras como en este caso instalando elementos que dañan la salud de nuestro pueblo hasta la muerte, igual a Famatina o el tren Sarmiento. Y por el otro, la tenaz lucha de nuestro pueblo que crece cada día por más que la quieran silenciar, oponiéndose a esta vida plagada de calamidades provocada por los lobos disfrazados de hombres que nos hablan de democracia, pero que cuando el pueblo se manifiesta todas sus mentiras se les caen a cacho con estas acciones.
Nada le importa ya al pueblo argentino cómo quieran actuar estos señores, aquí lo que importa es que nada ni nadie va a detener la lucha y movilización por las justas demandas que más tarde o más temprano terminaran unificándose en un gran torrente revolucionario para derrotar definitivamente las políticas de los monopolios y sus alcahuetes de turno.