Una de las mentiras más grandes de la burguesía es pretender hacer creer que el Estado es una institución imparcial que brega por el bienestar de todos los habitantes del país.
Por el contrario, el Estado es el instrumento de dominación de la burguesía y, más precisamente, de lo más concentrado de esa clase: La oligarquía financiera.
Cuando los gobernantes, legisladores, y jueces se reúnen para decidir, su punto de vista no es el bienestar de la población. El tema a tratar, siempre “propuesto” por algún capital financiero, es cómo hacer un negocio del que se pueda obtener beneficios (ganancias), para dicho capital claro está y para los funcionarios que pondrán su firma e intervendrán en el armado del paquete y, en tal caso, discutir cómo se lo presenta en sociedad para esconderlo detrás de un envoltorio que simule un interés nacional.
Este es el caso de la nueva ley de ART que beneficia a un lucrativo negocio monopolista, pero que además beneficia a toda la oligarquía financiera frente a los trabajadores a quienes perjudica bajando el nivel de ingreso de los mismos y achatando, además, sus condiciones de vida y las de su familia en caso de afrontar un accidente, tal como lo hemos denunciado. (Ver nota publicada en esta página el 28-10-2012 sobre este tema).
El poder ejecutivo la presenta como una solución frente a lo que denomina industria del juicio y un mejoramiento para los trabajadores.
Sin embargo, detrás de esta ley se mueven grandes empresas que quieren la nueva ley para dar un marco de “seguridad” y mayor impulso a nuevos y gigantes negocios que estuvieron preparando en estos años.
Veamos:
Galeno, una de las dos empresas de medicina prepaga más grandes del país, amplía sus negocios. Ahora se acaba de quedar con Mapfre Salud y Mapfre ART, dos de las operaciones que el gigante español tiene en la Argentina, con lo que suma nuevos activos a su cartera.
La operación que más sobresale es la de la aseguradora de riesgos de trabajo, ya que vuelve a marcar la intención de Galeno de avanzar sobre ese sector. A comienzos de año, la compañía había comprado Consolidar ART en una transacción que se acercó a los $ 230 millones, lo que dio nacimiento a Galeno ART.
En principio, la operación será comunicada como un “acuerdo estratégico” entre las partes, aunque la realidad indica que se trata, ni más ni menos, que de una compra por parte de Galeno, que se irá consolidando con el correr de los meses. Esto ocurre ya que todavía la firma compradora debe esperar por el visto bueno de la Superintendencia de Salud y de la de su par de ART, quienes deberán dar el veredicto final sobre la transacción. La misma situación se dio cuando Galeno se quedó con Consolidar ART, que finalmente fue aprobada. Por esto, tampoco se dio a conocer el monto por el que se cerró la compra.
“Para nosotros se trata de algo muy positivo ya que nos permite continuar creciendo en un mercado en el que somos especialistas y con el que estamos fuertemente comprometidos”, sostuvo, Julio Fraomeni, presidente de Galeno.
Esta empresa movió $ 5.308 millones en 2011 tanto en los negocios de salud como de riesgo de trabajo. En el segmento de las ART en particular, se posiciona como la segunda del mercado en la Argentina -detrás de Prevención ART-, con 900.000 asegurados y una participación de mercado del 10,4 por ciento.
En el negocio de la salud cuenta con 600.000 asociados y una participación del 15% del mercado, con lo que se ubica como la tercera del país.
Cualquier relación entre la nueva Ley de ART y la monopolización del mercado de Seguros de Accidentes del Trabajo es pura coincidencia.
Otro ejemplo de cómo el gobierno “Nacional y Popular” de Cristina Kirchner “lucha contra los monopolios.”