Luego de haber pretendido desmovilizar con sidras, pan dulces y promesas, los reclamos de las comunidades del Impenetrable que se movilizaron a resistencia el 19 de diciembre, el gobierno de Capitanich se enfrentó con otro sector de la comunidad de Castelli que ocupó las oficinas de la Cooperativa de Agua y también, las instalaciones del recién inaugurado Hotel Gualok. Lo hicieron reclamando agua para sobrevivir.
Millones de pesos se gastaron para construir el Gualok, para ser entregado a los lavadores de dinero y convertirlo en Casino, con un costo faraónico. Luego de más de cinco años de gestión, Capitanich no dispuso ni de un miserable peso para la compra del pontón flotante, necesario para construir la toma de agua del acueducto para J.J.Castelli y que todos los pueblos del Impenetrable necesitan.
Millones de pesos para los grandes grupos económicos y para el narco lavado de dinero (que ya está produciendo cocaína en el Chaco) y sed, hambre, miseria, explotación y migajas para el pueblo chaqueño. Esa es la verdad del gobierno del Coqui Capitanich y los grupos monopólicos.
Tanto ha trascendido este modelo de gobierno de mentiras y saqueo de nuestros recursos y explotación barata de mano de obra, “el modelo chaco”, que representantes empresariales de TAIWAN, han venido el 26 de diciembre a la casa de gobierno, a tomar nota de cómo hace este gobernador. Recordemos que en el sudoeste asiático se produce la mayor chatarra comercial del mundo, del todo por dos pesos.
En su afán desmedido de garantizar ganancias fáciles y rápidas para sus “amigos empresarios y financistas” Capitanich ha permitido la instalación de la narco-producción en nuestra provincia. Las zonas liberadas para los vuelos clandestinos que las fuerzas de seguridad de la provincia “no ven”, se han incrementado de tal manera que hoy esta provincia es productora de droga.
Para este sistema, todo es mercancía y ganancia. El ser humano no tiene ningún valor como tal. Solo interesamos si somos explotados o consumidores.
Como los pueblos indignados del mundo, nuestra lucha continúa y más temprano que tarde gobiernos como el de Capitanich serán removidos y corridos por la ira del pueblo, aunque traten de disfrazarse de nacionales y populares…
Juntos, la clase obrera y el pueblo, construiremos un nuevo poder para avanzar hacia la revolución socialista, única forma de terminar con el flagelo de la droga, el hambre, la miseria y la explotación.