Cuando el dólar paralelo sube…

… automáticamente baja el poder de compra del asalariado. Esa y no otra es la noticia. Es así de simple. Lo demás, que se reproduce por los medios de la oligarquía financiera, es para encubrir la degradación salarial.

La economía está dolarizada en nuestro país, y a pesar de las mentiras gubernamentales, el poder de compra se deteriora semana a semana. Los productos – cualquiera fuese- toman como referencia el dólar y por ende, nos cuesta cada vez más pagarlos.

En el día de ayer, la moneda estadounidense tocó su pico máximo a la fecha. Ya no importa si mañana baja unos centavos o sube otros, lo hecho, hecho está. Se podrá o no reacomodar pero en pocas horas nos bajaron el salario; el gobierno, a tono y siendo parte del poder de los monopolios, se adelantó a la jugada de las paritarias: va preparando el camino de un techo del 20%, junato al jueguito de las “empresas sindicales” van por un 25%, y pretenden que todo esté en calma.

Al aumento de todos los productos y servicios, más el ajuste en impuestos, se le agrega la devaluación de la moneda. Un coctel explosivo puesto en un momento en donde el horno no está para bollos.

En primer término, las empresas y con ello incluimos a todos los monopolios dueños del Estado que se alternan según  quien gane o pierda en sus  propias guerras, están batiendo record de ganancias; sencillamente queremos expresar que la plata está, que no hay ni puede haber amenaza de cierre o suspensión valedera o cierta, cuando la lucha por conquistas aparece.

El salario se deterioró en pocas semanas y en los últimos días la embestida de los trabajadores ha sido a la altura del golpe recibido. Estamos empezando enero, en medio de vacaciones y “descanso” y miles y miles de asalariados están exigiendo aumentos, que en algunos casos, llega a un 50%.

El grado de conflictividad se enardeció y aún faltan unos cuantos días para ir dando forma a un estado de deliberación y agitación que ponga freno y a la vez, disponga de una batalla en el terreno que más conviene a la clase obrera y asalariados en general.

Las primeras embestidas de los trabajadores nos están dando la pauta que la disposición a no dejar pasar este ajuste ya implementado se irá generalizando día a día. El salario se deterioró y no solo hay que ir por recomponerlo, sino que en esa disputa que ya se abrió, hay que seguir consolidando todas las fuerzas que se enfrentan a los monopolios, fundamentalmente con una metodología autoconvocada, que nos permitan ir elevando la organización ante nuevas embestidas que se irán preparando.

“Las fuerzas invisibles del mercado”, o lo que es lo mismo, la anarquía del sistema capitalista, una vez más les jugará en contra. Todo está indicando que la exigencia que viene de abajo será un torbellino, poco servirá el techo que quieran implementar en el salario cuando ante el primer paso y en la primer semana de enero, los trabajadores hemos iniciado una carrera por mejorar nuestras condiciones de vida y específicamente, comenzamos a expresarnos con la lucha por una mejora salarial. Estamos en una época de nuestra historia en donde será de golpe por golpe, ni ellos tolerarán ni el pueblo tolerará, será una espiral ascendente que se pronunciará día por día, un momento que deparará una fuerte acumulación de fuerzas políticas nacidas de la mejor manera posible, que es el enfrentamiento al Estado de los monopolios, a las políticas que tan puntillosamente lleva a cabo este gobierno.

El golpe por golpe servirá para conquistar y a la vez para foguear a nuevas y nuevas camadas de obreros y asalariados, en una acumulación política revolucionaria que año tras año se va consolidando y extendiendo.

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