Después de asistir a la impresionante y descontrolada suba de precios de la canasta familiar del último mes y medio, el gobierno pro monopolista de Cristina Kirchner anuncia un congelamiento de precios por dos meses. Obviamente, nada de retrotraer los precios, sino un efímero engaño de que no seguirán aumentando.
Parecen decirnos: Hemos echado tierra hasta la nariz, por dos meses no seguiremos echando más tierra.
La típica maniobra de este gobierno de “vender” que controla lo incontrolable y que se pone del lado de los trabajadores que sufrimos los aumentos es, como decíamos ayer, uno más de los manotazos de ahogados que la burguesía monopolista realiza para intentar frenar el descontento y el descrédito que sufre y aumenta cada día, como quedó demostrado en los abucheos a Boudou y Kiciloff. Allí, todo el arco político burgués cierra filas y se pone en contra del “escrache”; ninguno menciona los motivos por los cuales estos personajes no pueden transitar tranquilos por ningún lado.
Las demandas y reclamos del pueblo trabajador seguirán en aumento al ritmo de la embestida que realiza la burguesía contra los derechos del pueblo. Las reacciones y luchas se tornan inevitables y absolutamente legítimas en contra de los gobernantes que, con sus decisiones y políticas, atacan directamente la vida y la dignidad de la mayoría de los argentinos para beneficiar a una minoría explotadora que sigue acumulando riqueza sobre nuestras espaldas.