Como venimos escuchando desde diferentes sectores vinculados a las empresas del sector automotriz, el año pasado “cerró” mucho mejor “de lo que esperaban”. Esto genera las bases para que este 2013 sea nuevamente un año record (como lo fue el recordado 2011). Por supuesto que estamos hablando de las ganancias de las empresas, porque para los trabajadores, el presente nada tiene que ver con tanta algarabía.
En sus discursos, siempre lloran lágrimas de cocodrilo. Lo que ellos denominan mayor productividad, implica mayor superexplotación de los obreros, con el único objetivo de incrementar las ganancias de las terminales automotrices. Un ejemplo que así lo demuestra, es lo que ocurre con Renault.
La planta ubicada en la provincia de Córdoba produjo el año pasado 295 autos por turno de 8 horas, saliendo del final de línea un auto cada un minuto y medio. Y siempre están buscando cómo bajar ese tiempo…
Esto viene chocando permanentemente con las luchas de los trabajadores, que no sólo son por mejores salarios sino que se van asumiendo como luchas por una vida digna, con todo lo que ello implica.
Amenazas de despidos, suspensiones y aprietes de todo tipo, son las herramientas que utilizan permanentemente con la excusa de que “así no se puede seguir”, cuando en realidad lo único que persiguen es el aumento de producción. Y de todos sus otros negocios, por supuesto. Y mal no les va.
Muestra de ello es que la automotriz Renault aumentó la capacidad de producción de su planta de fundición de aluminio, también ubicada en Córdoba, con una inversión de 50 millones de pesos. Esto le permitirá aumentar sus exportaciones a Chile y a Brasil. La planta incorporó dos máquinas (las de mayor tamaño del país) para la producción de piezas en inyección de aluminio cumpliendo con los estándares de calidad más exigentes a nivel internacional.
La planta PFA (filial industrial de Renault) exporta la totalidad de su producción: el 80% se envía a Cormecánica en Chile, y el 20% restante a la fábrica de motores de Curitiba, Brasil, ambas industrias del mismo grupo.
Estas “novedades”, son un claro reflejo del escenario político que vive nuestro país: por un lado, los monopolios con su Estado, tratando de imponer sus condiciones para aumentar sus ganancias; y por el otro, los trabajadores y el pueblo avanzando en la lucha por sus aspiraciones políticas de una mejor vida.