Joralfa-Molinos Río de la Plata: transformando la bronca en acción y la acción en conquista

Hace pocos días -en fechas de cobro de quincena-  se desató la furia de los trabajadores cuando con los recibos se anoticiaban que habiendo trabajado la quincena completa cobraban solamente 40 horas y en algunos casos ni siquiera eso.  La totalidad de los casos se dio con obreros contratados de agencia; en esta oportunidad, la agencia Tiempo Laboral  es la que puso la cara frente a los trabajadores, porque es bien sabido que las agencias de empleo son parte del aparato de explotación capitalista controlado por las oficinas de recursos humanos de los monopolios y donde también  los sindicatos tienen sus negocios. Esta cueva de estafadores al servicio de la explotación ocupa también, un lugar en la memoria de muchos y, específicamente, en ese espacio donde cada uno lo tiene reservado para el desquite. Las veces que los trabajadores contratados han tenido que tragar en seco, por las trampas de agencia y patronal juntas.

Así pasa con los obreros de Joralfa empresa perteneciente al grupo Molinos Rio de La Plata. Cuando la bronca por los bajos salarios se alimenta a su vez con el NO pago de sus quincenas. La empresa consta de dos plantas en la zona de La Paternal, la mitad de los trabajadores son contratados por la agencia y son aproximadamente 100 obreros. Molinos ha instruido a la agencia y para que los “contratados” sean ex trabajadores metalúrgicos pues sus bajos salarios aseguran un “mínimo salarial más conveniente a sus intereses”. Una harinera que contrata obreros metalúrgicos para fabricar alfajores: todo una expresión de la división del trabajo puesta al servicio de la chatura salarial, ni más ni menos que el capitalismo a pleno.

Sin mediar ninguna discusión, ni ningún sobresalto pero masticando odio, los trabajadores se dirigieron a la agencia. En la puerta se juntaron los obreros de las dos plantas que no se conocían entre sí, pero que el calor de sus iniciativas particulares los unificó decidiendo tomar la agencia y no salir hasta que la totalidad de la quincena no esté depositada. La agencia no quería ceder a esa demanda. Pateaban el problema para la semana que viene… pero la furia iba en ascenso y la decisión de permanecer y convocar a más trabajadores iba ganando terreno y junto con ello el paro de la producción el lunes siguiente.

El susto se apoderó de los gerentes de la agencia y en menos de de 15 minutos aparece el de recursos humanos de Molinos y plantea que la totalidad de los salarios faltantes sería depositado ese mismo día viernes, pidiendo disculpas pero afirmando que lo peor que le puede pasar a la empresa en estos momentos es parar la producción.

Si bien a muchos a los que se les completó lo adeudado, todavía hay otros compañeros que no. Pese a la premura y al retroceso de la patronal si para el lunes la guita no estaba depositada, ya se había decidido una movilización más contundente y el paro en las dos plantas.

El conflicto de la fábrica de alfajores terminó con el pago total de las quincenas adeudadas; no se despidió a nadie y hoy están peleando por aumento de salarios.

Ya han retrocedido, y sobre la base de esa premisa tan clara como los hechos mismos, la conquista de aumentos salariales dignos se impone como condición para hacer retroceder  sus planes de superexplotacion. En este marco de anarquía política del poder cebados por la decisión de reducir salarios, la unidad y la ofensiva de la clase obrera es una necesidad que ya esta instalada.  

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