Ayer mismo, la bolsa de 50 kg. de harina pasó de $110 a $270.
Por estos días en los que el kilo de pan no baja de los quince pesos (como precio barato), el gobierno nacional acaba de emitir deuda por el equivalente a 800 millones de dólares. Una de las emisiones es la denominada BONTE 2016 (Bonos del Tesoro 2016); estos bonos serán suscriptos por empresas del sector avícola y molinos harineros por “acuerdos de pago de compensaciones”. Traducido: como pago de subsidios por los acuerdos de precios celebrados con la Secretaría de Comercio.
A ello se suma la emisión de otros bonos, como el LETES (Letras del Tesoro) que están garantizados con los fondos de la ANSESy se utilizarán para el pago de intereses de deuda pública. Todos estos bonos son al mejor postor y pueden ser negociados libremente, lo que significa, además de los intereses garantizados por el Estado emisor, lo que ganarán sus tenedores con la especulación entre lo que el bono vale nominalmente y lo que se pague como cotización de mercado, la que muchas veces llega solo al 60 o 70%. Los ahorros de los trabajadores activos y jubilados, antes rifados por las AFJP, ahora son rifados directamente por el gobierno “nacional y popular”.
Esta operatoria desnuda los recovecos por donde la oligarquía financiera, dueña absoluta del Estado monopolista, también se apropia de los recursos generados con el trabajo del conjunto social, además de lo que se apropia vía plusvalía directa que quita a los trabajadores, impuestos, etc.
Un botón más de muestra del funcionamiento del Estado al servicio exclusivo de los monopolios.