Mario Roberto Santucho: “Poder Burgués, Poder Revolucionario”. Un aporte más a la revolución.

En estos breves párrafos se perfila  la idea revolucionaria que concebía nuestro Partido plasmado en un documento trascendental. En este  aniversario queremos homenajear a nuestro Secretario General y a todas las organizaciones colectivas del Partido que supieron sumar ideas-pensamientos-acciones en la elaboración de una estrategia revolucionaria.

Un extraordinario aporte teórico- político que significa para nosotros, hoy en día, un legado histórico.

Luego de varias décadas este planteo, en los hechos prácticos y más allá de cualquier verborragia revolucionaria fue literalmente defenestrado.  La esencia del documento apunta a la lucha por el poder, la construcción de un nuevo Estado obrero y popular con el concurso fundamental del pueblo movilizado y la preocupación constante de ir creando el poder local y con él la unidad de todo el pueblo.

He aquí algunos párrafos que nos invitan a profundizar todo el documento presente en nuestra página.

…A partir del Cordobazo y basándose en experiencias anteriores menores, nuestro pueblo tiende a insurreccionarse localmente, tiende a movilizarse aquí y allá, tomar sectores de ciudades y poblaciones, erigir barricadas y adueñarse momentáneamente de la situación rebasando las policías locales y provinciales.

Por eso podemos afirmar que en Argentina, en un período inicial, el doble poder ha de desarrollarse en forma desigual en distintos puntos del país, es decir que han de surgir localmente formas y órganos de poder obrero y popular, permanentes y transitorios, coexistiendo con el poder capitalista, enfrentándolo constantemente bajo el formidable impulso de la movilización de masas.

FORMAS DEL PODER LOCAL.

El problema práctico que nuestro pueblo debe resolver a partir de la nueva situación, es lograr paso a paso la acumulación de fuerzas necesarias para la lucha final por el poder estatal que debemos arrancar de manos de la burguesía.

Esa fundamental cuestión se resolverá en la situación revolucionaria que comenzamos a vivir, con el desarrollo del poder dual, tanto en su forma general de oponerse a ciertos planes del gobierno burgués e imponer las soluciones obreras y populares a determinadas situaciones en base a enérgicas movilizaciones de masas, llegando de esa manera a la constitución transitoria de órganos de poder a nivel general, como en su forma de poder local, manifestación principal del poder dual, en todo el próximo período, punto de partida sólido para una gigantesca acumulación de fuerzas revolucionarias. La lucha popular es desigual. Se desarrolla parcialmente, en un lugar de una manera, en otro de otra, en un lugar en un momento, en otro, en otro momento.

Necesitamos que todas esas luchas que se dan en distinto tiempo y lugar y con una fuerza y alcances diferentes, den siempre por resultado un aumento de la fuerza de todo el pueblo, que se vayan acumulando, hasta el momento que sea oportuno lanzar el ataque final, en todo el país y con todas las fuerzas disponibles….

Pongamos un ejemplo. En una fábrica grande se inicia una lucha reivindicativa o antiburocrática, que enseguida choca no sólo con la empresa y la burocracia sindical, sino también con la policía, con el Ministerio de Trabajo, en una palabra con el gobierno burgués y sus fuerzas represivas. El sindicato o comisión interna que dirige la lucha, moviliza a todos los trabajadores, gana un primer conflicto y amplía su fuerza. Si esa lucha se mantiene ahí, inevitablemente tenderá a debilitarse porque como es aislada, el enemigo puede combatirla pacientemente.

Después de un tiempo, en el curso del cual se dan nuevas movilizaciones, la «santa alianza» enemiga (empresa, burocracia, fuerzas represivas y gobierno), lanza su contraofensiva, y muchas veces, la vanguardia obrera, influida por el espontaneísmo, el populismo, el reformismo, o simplemente por falta de orientación política, es derrotada por no animarse a luchar, a veces, o por dar una batalla desesperada. En cambio actuando correctamente, en el caso quedamos como ejemplo hipotético, el sindicato o Comisión Interna clasista, al hacer conciencia de la situación revolucionaria que vivimos, comprenderá que el eje de sus esfuerzos debe dirigirse a acumular fuerzas….

Sobre la unidad

….No hay posibilidades de avanzar sólidamente en el desarrollo del poder local sin constantes avances en la unidad y movilización más amplia de las masas populares. Este es un problema crucial que será resuelto mediante una sabia combinación de avances en la movilización política de masas por abajo con una correcta política de acuerdos entre las distintas organizaciones obreras y populares.

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