En los primeros días del mes de agosto, Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de su campaña electoral, lanzó simbólicamente la presente zafra azucarera en el recientemente reactivado Ingenio La Esperanza.
El ingenio, adquirido por un fideicomiso compuesto por Grupo Insud, (Sigman), el Grupo Benicio (Cartellone) y la firma MSU, vinculada al sector agropecuario, con millonario subsidio del Estado, que en su primer tramo fueron 20 millones de pesos más subsidios REPRO paro los salarios, apuesta a diversificar la producción de azúcar, apuntando al bioetanol y a otras industrias como la forestal y la apicultura, en las más de 70 mil hectáreas que comprende la empresa.
Allí, la presidenta dijo «Los trabajadores son el eje fundamental para sacar adelante empresas emblemáticas para la comunidad. Esto permite no sólo el desarrollo productivo, sino también mejorar las condiciones generales de vida», pero la mentira del “gobierno nacional y popular” cae frente a la lucha de los trabajadores.
La semana pasada más de 400 trabajadores temporales del ingenio – llamados “Cuartas”-, cortaron la Ruta 34 y la 56 en San Pedro, en reclamo del blanqueo de sus trabajos, más un salario de $ 4.800, obra social y ART.
Ni el hostigamiento, ni las amenazas de represión hicieron retroceder en la lucha a los trabajadores en una ciudad convulsionada por este conflicto y la movilización, además, de cientos de trabajadores de la construcción en reclamo de trabajo.
Luego de 72 horas de bloqueo total llegó la conquista: el blanqueo de la totalidad de los trabajadores temporarios a partir de septiembre.
Una vez más, de mano de la lucha y la movilización, no hay nada imposible.