Desde el martes 21 de este mes los vecinos de Malvinas Argentinas organizados en la Asamblea Malvinas luchan por la vida junto a organizaciones sociales y políticas. Mantienen el bloqueo a la planta que Monsanto está instalando en esta ciudad y que cuenta con el aval del Intendente de la localidad, Daniel Arzani, del Gobernador José Manuel de la Sota y de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El bloqueo es a los vehículos con material de construcción. Por lo que se deja pasar al personal de la obra, la comida y el agua la protesta es pacifica pero están rodeados por la infantería, el ETER y por la burocracia del gremio de la UOCRA que responde a los intereses de la empresa, a la espera de la orden de desalojo.
Un informe del doctor Medardo Avila Vázquez, de la organización Médicos de Pueblos Fumigados, establece que “la fábrica generará una nube de polvo de cascarillas de maíz impregnada de químicos que caerá irremediablemente sobre el pueblo”.
La asamblea de vecinos pide al intendente que se realice una consulta popular en octubre, junto con las elecciones legislativas, para que sean los mismos habitantes de Malvinas Argentinas quienes decidan acerca de la radicación de la multinacional en la ciudad y en un comunicado junto a las Madres de Barrio Ituzaingó Anexo, Córdoba Ciudad Despierta y a numerosas organizaciones socioambientales, sostienen que “la movilización social es el único camino que queda frente a la indiferencia de quienes avalan la construcción de la planta de Monsanto en la ciudad de Malvinas Argentinas, y su operación en todo el territorio Argentino”.
Este tipo de experiencias y expresiones que recorren todo el país ponen de manifiesto la extraordinaria síntesis política de las masas en lucha que identifican como el principal enemigo a los monopolios y sus gobiernos.