Recrudece la situación de lucha de los trabajadores y el pueblo de Brasil

La crisis política se agudiza producto de la lucha de clases. Las jornadas de multitudinarias movilizaciones de junio pasado fueron presentadas por los desinformantes medios como que  eran únicamente contra el despilfarro de recursos por los negocios de futbol y la FIFA.  El sostenido silencio de los medios, pretendió indicar que todo aquel aluvión de masas había sido un hecho aislado y que se remitía sólo a aquel malestar. Sin embargo la situación empeora día a día, con mas agudización del enfrentamiento y una marcada presencia de las fuerzas represivas, dispuestas a todo para frenar la oleada que avanza contra la ofensiva de negocios de la oligarquía financiera y el gobierno de turno a su servicio. El mismo no, no ahorra esfuerzos y sigue dispuesto a la entrega de recursos como el petróleo a un trust de corporaciones chinas, francesas, holandesas e inglesas. En efecto, Shell, Total Petrol, Cnooc y CNPC de China, han sido obsequiadas desde el gobierno de Dilma con un yacimiento de petróleo en el mar, sobre las costas de Rio de Janeiro, con una superficie marina de 1500 km cuadrados, cuyas reservas equivalen al 70% de la producción actual del Brasil.

La licitación contempla el derecho de explotación por 35 años, de los cuales Brasil obtendrá el equivalente a 7500 millones de dólares en concepto de regalías y el 41% del “excedente de producción que la corporación obtenga”. “Las promesas del gobierno” respecto a la utilización de esos recursos es destinarlos en un 75% a la educación y a mejorar el sistema salud de la población….  O sea, como ya es sabido, la parte del león se la llevan prácticamente gratis. Pues la negociación también contempla subsidios y facilidades para desarrollar el complejo extractivo y demás cuestiones. La totalidad de los obreros petroleros mantienen un paro por tiempo indeterminado  -“el petróleo es nuestro dicen no lo queremos entregar“- desde hace una semana, al mismo tiempo que se movilizan junto a amplios sectores populares, que se enfrentan casi a diario con la violenta represión de las fuerzas armadas al servicio de la oligarquía.

Y mal que les pese al poder, la movilización no cesa,  por el contrario  avanza… Los docentes, los médicos y los estudiantes prosiguen con sus luchas plegándose ahora también, contra esta nueva embestida de la oligarquía financiera que encuentra en el gobierno de turno de una ferviente defensora de sus intereses de clase. No solo el capital no tiene patria, en estas condiciones del desarrollo imperialista el estado burgues tampoco. Las similutudes son obvias y el recrudecimiento de la lucha de clases, que lo patentiza mejor que cualquier tratado académico.

Por otra parte, también  el torrente de luchas se orienta contra las leyes parlamentarias que avalan todo este andamiaje de negociados a costa de perjudicar la vida de millones, bloqueando el parlamento entre otras medidas.

 La clase obrera y el pueblo de Brasil están dando batallas decisivas que se incorporan al torrente revolucionario que emerge cada vez más fuertemente desde los pueblos del mundo, dispuestos a construir una vida digna.  Batallas que ponen de manifiesto que la institucionalidad burguesa con todos sus gobiernos a cuestas, con todo su andamiaje legislativo, con toda su jurisprudencia, con todo su poder represivo, con toda su llamada democracia representativa, con todo su sistema electoral, con toda su falsedad e injusticias a cuestas, no son capaces de contener la furia que desde millones de explotados se viene desatando por una trasformación revolucionaria de la sociedad.

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