Combatir con lucha, unidad y organización el ajuste y el caos burgueses

En la nota de ayer dábamos cuenta del perdón de una deuda de 2.000 millones de dólares más la exención del pago del impuesto de ingresos brutos a favor de las empresas de casinos regenteadas por Cristóbal López (socio de Kirchner) por parte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Si a ese “perdón” le sumamos los más de 30.000 millones (según estadísticas oficiales del año 2011) que se otorgan de subsidios a grandes empresas monopolistas, exenciones impositivas, blanqueos de capitales, préstamos “blandos” subsidiados por el Estado para las mismas transnacionales, pago de parte de los sueldos del personal, otorgamiento de millones de pesos a cada legislador para “repartir” discrecionalmente entre quienes consideren oportuno (sólo por citar un caso: en la provincia de Santa Fe, cada senador cuenta con $ 3.000.0000,00 personales para tal fin), tendremos una somera idea de cómo se usan los recursos que el Estado (nacional, provincial y municipal) recauda con el sacrificio y trabajo de la población explotada y oprimida, y eso que sólo mencionamos lo que sale a la luz y no pueden esconder.

Mientras tanto, desde el Estado se insiste en que se debe cubrir el déficit fiscal y hay que aplicar el Ajuste, a la vez que barrios y poblaciones enteras a lo largo y ancho del país, sufren cortes de energía eléctrica y agua debido a que no se han realizado las obras necesarias para que las correspondientes redes brinden el servicio a la creciente demanda, quedan hospitales sin los fluidos, se niegan aumentos de salarios, se multiplica el hambre y la miseria, etc.

Cada vez queda más claro a favor de quienes gobiernan los funcionarios estatales que se han sucedido en los distintos cargos desde el advenimiento de la democracia burguesa.

Decíamos también en la nota de ayer, que la burguesía tiene el mismo interés y, por lo tanto, el mismo partido con distintos nombres pues sus “diferencias” son sólo cosméticas ya que lo único a  que aspiran es a sostener y, en lo posible, ampliar sus ganancias.

Así puede comprenderse cómo Alfonsín, quien era opuesto de Menem, pactó con éste su reelección. Menem quien fogoneó a Macri, nombró a Cavallo como ministro de economía y a Duhalde como vicepresidente. De la Rúa quien se “oponía” a Menem, tuvo como vicepresidente a Chacho Álvarez y, además nombró a Cavallo como  ministro de  economía. Todos tuvieron que huir rápidamente empujados por la lucha del pueblo. Entonces apareció nuevamente Duhalde quien era menemista y que luego designó como sucesor a Kirchner quien había apoyado a Menem. Kirchner designó a su esposa Cristina Fernández de Kirchner como su sucesora y ésta había apoyado a Menem y a Duhalde y tiene como funcionario al peronista Chacho Álvarez que era delarruista “opuesto” al peronismo. Y así podríamos seguir mencionando casos de los funcionarios burgueses, tanto del oficialismo como de la oposición, ya que se van cambiando los cargos entre sí sin importar filiación partidaria, o bandería política que hubieran levantado hasta el momento de hacerse de dicho cargo.

Como vemos la burguesía, no tiene más convicciones que seguir sosteniendo este sistema capitalista generador de caos y descomposición social, económica y política.

A los oprimidos y explotados por este sistema, quienes somos los que ponemos el dinero, sufrimos la opresión impositiva, generamos la riqueza y vivimos de nuestro trabajo, sólo nos queda el camino de la lucha contra esta injusticia, organizarnos contra este caos, unirnos contra la disolución social a la que nos empuja el oprobio, y profundizar y llevar a buen puerto la dignidad que sostenemos en medio de esta adversidad. Pues el caos y la crisis son propios de los capitalistas. En la clase obrera y el pueblo contamos con las reservas humanas y los valores esenciales para imponer, por medio de la lucha, nuestro modo de vida basado en el propio trabajo, la solidaridad, la unidad contra esta lacra y la vida digna para todo el pueblo a la que aspiramos sostener y que vamos cultivando en la calle en la lucha por las conquistas económicas, sociales y políticas que hoy se resumen en la lucha contra el Ajuste.

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