La burguesía monopolista, producto de la lucha de clases, en su afán de someter y super explotar a la clase obrera y el pueblo, cada día que transcurre sigue improvisando, mostrándose cada vez más anárquica y aventurera.
La decisión desesperada y de cualquier manera por intentar frenar el aluvión de reclamos salariales que ya está en puerta, así lo indican; y pretenden construir castillos en el aire donde sus discursos pretenciosos de la paz social se escurren como agua entre los dedos. Prueba de ello son los diferentes ensayos que están haciendo, como por ejemplo, negar los acuerdos de los aumentos a las policías de Entre Ríos y el Chaco, aduciendo una “extorsión” y toda una serie de recursos legales. Luego de los acontecimientos conocidos por todos, no sólo esto habla de irresponsabilidad y miopía sino del claro y manifiesto reflejo de una crisis política sin precedentes (como lo venimos afirmando constantemente), pues que los gobiernos de las demás provincias se hayan llamado a silencio, es una muestra clara de ello.
Pero el problema de fondo no está ahí, en reconocer o no los aumentos a los policías. El problema es cómo desvirtuar, confundir, intentar vagamente reducir los reclamos de aumentos salariales de los trabajadores de todo el país. El piso lo marcó el conflicto de la policía, y para los trabajadores no hay “tu tía”; y más aún con la tremenda escalada de los precios del último mes, donde solamente el trasporte público aumentó un 65%.
Al aventurerismo de estas ideas, de llevar la mayor confusión posible, donde al parecer ése es el objetivo, el planteo más sorprendente y osado es el del burócrata sindical del SMATA que salió a plantear que la propuesta de ellos es discutir salarios a partir de ahora cada tres meses (hasta da risa tanta inocencia‼!…la de Chuky, por supuesto). ¿Con ello pretenden acaso pasar por alto la discusión anual? Seguramente, y de paso confundir y mediáticamente vociferar: “El SMATA acordó un 4% ó 6% para los próximos 3 meses del año”, e intentar colocarse como referencia nacional y poner paños fríos al más de 35% que ya está comenzando a reclamar el conjunto de los trabajadores, porque no es que Pignanelli luego de formado el aumento paritario anual va a salir a reclamar trimestralmente.
Estas maniobras y otras estupideces, como el circo de las fijaciones de precios en los productos básicos, que seguirán apareciendo, es la “firmeza” con que la burguesía monopólica intenta e intentará frenar la oleada de protestas, huelgas, tomas de establecimientos y reclamos que se sumarán masivamente en los próximos días una vez pasado el mes de enero.
Las mentiras y el embarrar la cancha no sólo encarnan un odio a la clase obrera y al pueblo sino un grado de subestimación que sólo se puede explicar por el tremendo aislamiento en que se encuentran el gobierno y toda la súper estructura política de la burguesía producto del desprecio que les tienen nuestro pueblo.