Cobijada bajo el cobarde y descarado “silencio” que imponen sus medios de desinformación, la burguesía pareciera creer que lo que no se divulga “no existe”.
Pero los obreros metalúrgicos cordobeses, nuevamente le dan una bofetada en la cara, plantándose frente a los atropellos y haciendo oír su voz, le guste a quien le guste, más allá del aislamiento que intentan imponernos como clase.
La autopartista VALEO se encuentra hoy tomada por los trabajadores, a partir de una serie de despidos llevados adelante por la empresa y en el marco de una discusión salarial que está que arde.
Horas más tarde, los obreros de dos empresas también autopartitas radicadas en la misma provincia, Rieter Automotive Argentina y Liget, se plegaron a la medida con sus reclamos y también tomaron sus respectivas plantas. Esto es lo que ocurre hasta el momento.
Hay que tener en cuenta que estas empresas, como otras autopartistas, tienen como principales clientes a las terminales automotrices radicadas en el país (VW, FIAT, FORD, TOYOTA, PSA, etc.), y que cualquier conflicto que impida el “normal drene de autopartes a la industria” los golpea directamente a ellos.
En este mismo sentido, inclusive absolutamente silenciado por los medios burgueses, también en el día de hoy, en Buenos Aires, estuvieron tomadas las fábricas TATSA y EMFER, a lo que se sumó un corte en la Av. Gral Paz. La primera es una fábrica de colectivos que pertenece al Grupo Cirigliano, que queda en el mismo predio que EMFER (Emprendimientos Ferroviarios), empresa que se encarga de la fabricación y reparación de las formaciones de la Línea Mitre y Sarmiento. La relación entre las dos fábricas es tal que comparten la misma gerencia de RR.HH., sanidad, etc. No hace falta decir ni una sola palabra del Grupo Cirigliano, menos aún cuando en el día de mañana, sábado 22 de febrero, se cumplen 2 años de la tragedia de Once, en donde perdieron la vida 51 compatriotas y hubo centenares de heridos. ¿La “Justicia”? Bien, gracias…
Por eso frente a tanta mentira y discurso barato de “modelo” y “argentina feliz”, al que la Presidenta sumo hoy un nuevo «capítulo» en un acto en Florencio Varela, la inclaudicable lucha de nuestra clase obrera y nuestro pueblo, está demostrando una vez más por estos días que cuando la decisión está en nuestras manos y ejercemos la única y verdadera democracia que es la democracia directa, tambalean todas las estructuras y crujen los sustentos del poder.
Es mucho quizás lo que falta por hacer, pero la senda está trazada y el piso al que como clase y como pueblo hemos arribado, nos coloca en un escalón superior inmejorable.