Mucho es lo que hemos podido ver y escuchar en todos los medios de la burguesía durante estos últimos días, respecto a lo ocurrido sobre el Puente Pueyrredón.
Todo “encuadrado” más o menos bajo la siguiente consigna: “trabajadores portuarios tiraron de arriba del puente a un joven discapacitado que llevaba a su esposa al hospital”… Pero esto, si bien se “sustenta” en las imágines que se vieron por todos lados, lleva implícita la clara intención de ocultar lo que en verdad ocurre con los trabajadores del puerto, que nada tienen que ver con la manga de lúmpenes que en ese momento estaban sobre el Puente Pueyrredón.
El conflicto se inicia en la planta que EXOLGAN tiene en Dock Sud. Esta empresa no es un “kiosquito” en el puerto, por el contrario, situada sobre 50 hectáreas y con más de 12.000 metros lineales de muelle, es la terminal portuaria más importante del país. Forma parte de International Trade Logistics (ITL), holding que desarrolla, coordina e integra empresas que gestionan procesos logísticos y portuarios; un conjunto de compañías que interviene en todos los modos de transporte y opera distintos flujos industriales y comerciales, tanto local como regionalmente. Imaginemos la importancia que esto tiene en momentos como los actuales, en los que uno de los pilares del proceso de producción capitalista se basa en producir en nuestro país pagando en pesos devaluados, para vender al exterior en dólares constantes y sonantes.
Muchos son los reclamos de los trabajadores de EXOLGAN, pero puntualmente ese día, había surgido un problema de “encuadramiento”, ya que once (11) trabajadores se habían pasado del gremio de guincheros al gremio de estibaje (SUPA). Producto de esto, EXOLGAN les quitó las horas extras y las categorías, ya que bajo el convenio del SUPA, eso no está considerado.
En el marco de este reclamo, los trabajadores bloquearon las puertas de acceso de camiones y la salida de contenedores de la empresa. Uno de estos accesos se encuentra aproximadamente a 300 metros del Puente Avellaneda y el otro, junto a la subida del mismo.
Al rato de que se comienza con los bloqueos en EXOLGAN, aparecen los del sindicato, habiendo arriado grupos de “barras” de los clubes San Telmo e Independiente, conformando la esperada patota que sirve de fuerza de choque al gremio y a la empresa. Los trabajadores en el bloqueo, percibieron desde un primer momento que los que estaban allí, arriba del puente, iban a bajar e intentar correrlos, y se prepararon para ello. Pero nada de eso ocurrió. Jamás bajaron hasta EXOLGAN, trabaron a los medios que se quedaron arriba, y a partir de allí son las imágenes que se mostraron por televisión.
El incidente con la persona que tiraron desde arriba del puente, tuvo como objetivo embarrar la cancha del verdadero conflicto. Una clara maniobra de la empresa junto con el sindicato, tanto sea por el pase de compañeros de un gremio a otro, como con la provocación de los incidentes.
Son muchas las reivindicaciones que reclaman diversos sectores de trabajadores dentro de EXOLGAN; y ninguna de estas maniobras logrará aquietar las aguas. La patota y el lumpenaje quedan al desnudo, y los trabajadores saben que nada tienen que ver con ellos y sus demandas.
El uso que hizo y está haciendo la burguesía de estos sucesos, con la única intención de aislar y desprestigiar la lucha de los trabajadores, en un momento tan álgido como éste; no puede esconder la esencia de los reclamos, tiene que ver con niveles de explotación inhumanos, pésimas condiciones de trabajo y salarios miserables de los trabajadores del puerto.