El Jefe de Gabinete, Capitanich, declaró hace unas horas que para resolver el problema de la inseguridad no alcanza con incrementar las fuerzas de seguridad sino creando políticas de «INCLUSIÓN SOCIAL Y MAYOR EQUIDAD DISTRIBUTIVA».
Si a esto le agregamos las declaraciones de Insaurralde, ex Intendente de Lomas de Zamora, y ahora diputado K, «que se mudo a Puerto Madero por temor a la inseguridad que tenía su novia que vive en Palermo», nos pinta de cuerpo entero cómo estos tipos no tienen corazón y se burlan de nuestro pueblo.
Capitanich habla de inclusión social mientras hace 10 días más de 100 seres humanos chaqueños acampan en Plaza de Mayo, sometidos a todas las inclemencias del tiempo y lo que significa estar ahí, a la intemperie y lejos de su tierra con el único objetivo que los reciba el ministro para plantearle sus demandas y problemas que hacen a las más básicas necesidades, como trabajo, salud, vivienda, alimentación, el haber sido despojados de sus territorios, y en demanda de agua.
¡Sí, AGUA!!! Agua potable en una de las regiones que contiene los reservorios de agua más grandes del planeta: el ACUÍFERO GUARANÍ. ¿Podemos acaso, desde estas páginas de una clara y manifiesta oposición al régimen y al capitalismo, ponernos ridículamente a retrucarle a estos tipos sus declaraciones? Perdón, nuestro Partido no vuela tan bajo ni subestima la capacidad de nuestro pueblo. Pero si publicamos esto así, es porque tal cinismo coloca una vez más, en blanco sobre negro, que estos crápulas abanderados de los derechos humanos no tienen nada, pero nada que envidiarle, a los Martínez de Hoz o a los milicos.
Y es lógico porque éstos a lo que juegan es a la politiquería para tratar de implementar las medidas que les ordenan los monopolios, que no son ni más ni menos que los mismos capitales que impulsaron y sostuvieron el proceso militar. Estos mismos señores, hoy, de cara a todo el país y en las propias narices de la Casa Rosada están dando la más clara y contundente demostración que sus políticas son las abanderadas de la violación a los derechos elementales del hombre.
Y después hablan de reprimir los cortes de ruta, desalojar las tomas de fábricas y mencionan el riego de la paz social y una sarta de estupideces invocando la «Democracia» y vaya a saber cuántas mentiras victimizándose.
Pero quédense bien tranquilos que esta más que claro que ustedes el único idioma que entienden es cuando el pueblo les aplica la acción directa, que sin ninguna duda es lo único que les puede arrancar las demandas, y en dicho camino la construcción del poder del pueblo y poder así despojarnos de estas lacras y que el pueblo pueda construir su propi destino.