Un nuevo ascenso de la mano de los obreros siderúrgicos

Las luchas por el salario en forma autoconvocada en los centros industriales gigantes, alcanzan nuevos escalones con importante significado político.

La rama 21 del convenio de la UOM es la de las siderúrgicas que por su característica productiva tienen gran concentración de obreros. Las empresas monopolistas involucradas en dicha rama son Ternium Siderar, Tenaris (y todo el grupo Techint), Arcelor Mittal (y todo el grupo Acindar) y, por último, Aluar.

Las paritarias correspondientes a esta rama aún no están concluidas debido a que los obreros muestran un gran descontento y, en el caso de Aluar han entrado en un conflicto, con paro incluido, por el reclamo de un 40% de aumento.

Como sabemos, el secretario general de la CGT Azopardo es Caló, quien es además el dirigente máximo del sindicato de UOM y está alineado con el gobierno en franco intento por frenar las aspiraciones de aumento de salario de la clase que supere el margen de aumento de la rama 17 fijado en un 26% por paritaria. Sin embargo, la UOM no puede aplacar el estado de ánimo del proletariado metalúrgico de la rama 21.

En las fábricas se cuece por abajo el guiso de la lucha.

El paro de Aluar fue arrancado desde la base y la UOM no tuvo otro camino que ponerse al frente para no quedar, como se dice vulgarmente, colgada de la brocha. La burguesía dueña de la empresa ve desprestigiada e inservible a su herramienta sindical que le sirvió por años para confundir, frenar y desviar las luchas.

Hoy los trabajadores han saltado el cerco impuesto por el sindicato y se movilizaron en forma autoconvocada por sus objetivos.

Los monopolios siderúrgicos están muy intranquilos y son presas del pánico, pues esto ha servido de acicate para el resto, y el estado deliberativo crece en las demás industrias siderúrgicas amenazando con convertirse en acción movilizadora como en el caso de Acindar en donde se están haciendo asambleas por galpones ya que los obreros pretenden una definición rápida de las paritarias sobre un piso de 30% con el condimento agregado de la reciente novedad de Aluar que ubica el reclamo en 40%, más el impulso de la lucha por la eliminación del impuesto al salario.

De la acción que desplieguen los obreros siderúrgicos dependerá el nuevo piso de la contienda con la burguesía monopolista que se instalará en esa rama y servirá de ejemplo para el resto de la clase.

Desde ya hay un gran paso dado y es el ejemplo de la acción independiente autoconvocada, que alienta e impulsa a los hermanos de clase.

Éste es un gran paso político que será apreciado en toda su dimensión cualitativa cuando se vea expresado en forma generalizada en la clase obrera.

Sin embargo, los revolucionarios vemos en esta nueva germinación el futuro del enfrentamiento clasista y la posibilidad superlativa de la penetración de las ideas revolucionarias y la organización de la clase obrera superadora de la estrechez gremial.

Los gérmenes de la nueva calidad tienen su existencia en la experiencia de Valeo y las autopartistas cordobesas que marcaron el camino, a lo que hay que sumarle las recientes experiencias de trabajadores salteños (docentes y del Ingenio San Isidro) que transitan el mismo rumbo.

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