Anoche, la Presidenta elocuentemente afirmó que: “Le estamos poniendo el pecho a las balas, como siempre le hemos hecho”, para afirmar luego que, “Argentina es un país cargado de recursos, muy atractiva para las inversiones”. Leído entre líneas lo que quiere afirmar es que el principal problema con los llamados fondos buitres no es la plata sino que las trabas jurídicas impuestas por éstos, “le frenan” las iniciativas a las inversiones de capitales monopolistas.
Y la verdad que este tema, en realidad lo que significa es una piedrita en el zapato para dejarle el camino limpio a la gran cantidad de piratas (como los buitres) que están haciendo cola para llevarse nuestros recursos y ganancias. Pero este tema del “default” con la justicia yankee en el medio, no deja de constituirse en una traba que simplemente está causando una demora a las grandes inversiones transnacionales que vienen a llevarse las ganancias con el fruto del trabajo de todos los argentinos.
Pero pareciera ser que el de los buitres es el contexto y no el pretexto, y llenan el ambiente político público de una incertidumbre extorsiva, y hacen pasar al fenómeno como la esencia, y entonces resulta que lo de los fondos buitres es una fabulosa patriada como si esto fuera el éxodo jujeño en la lucha por la Independencia.
Pero esto no son palabras. A la hora de los números, los únicos que sí están en una patriada son los bolsillos de todo el pueblo argentino que cada día ve disminuir más y más el poder adquisitivo de sus ingresos. En una palabra, el único que pierde es el pueblo argentino. Veamos.
Si a los números nos referimos, por ejemplo, Ricardo Etchegaray, titular de la AFIP, se pavonea afirmando que recaudaron, tan sólo en el mes pasado, $ 107.090 millones, y que en lo que va del año alcanzaron un acumulado de $ 656.729 millones (un 34,7% más que en igual período del año pasado).
He ahí un índice real inflacionario…y nos quedamos cortos, porque a ello habría que agregarle la caída en el consumo, que es real en todos los rubros.
Por otro lado, y para afirmar lo que decimos, el que se pavonea lindo es un tal Juan Carlos Fábrega, afirmando que el Banco Central aumentó sus reservas en U$S 2.271 millones, algo que no sucedía desde hace casi 2 años.
Y le pagaron la cuota al Club de París, buitres si los hay. Entre paréntesis, serán buitres, que la deuda asciende a U$S 9.690 millones de los cuales U$S 1.102 millones son en concepto de interés, y U$S 3.633 millones de punitorios…sí…de punitorios. Es decir, entre intereses y punitorios está casi la mitad de la deuda. A lo cual ellos le llaman “negociaciones y ponerle el pecho a las balas”.
Como vemos, todas son para ellos, y ni hablemos que aún en Argentina se produce y mucho donde la mayoría se exporta y facturan las casas matrices en el exterior.
Pero para el pueblo, nada. Por ello los trabajadores autopartistas cordobeses tienen razón cuando afirman: “Si la Presidente dijo que los empresarios se la llevaron con pala, ahora que la crisis la paguen ellos. La plata está. Pero aquí no despiden más a nadie, sino se la recontra pudrimos”.