El camino que llevan adelante los burgueses y sus representantes en el gobierno, tiene como unos de sus objetivos, seguir disfrazando u ocultando la realidad. Todo para continuar sus negocios, basados en la explotación, marginación y apropiación del trabajo ajeno, que dicho más crudamente, seria el robo del trabajo ajeno.
En el día de hoy, en donde la oligarquía financiera monopoliza las decisiones económicas y especialmente las políticas, todas las otras políticas que aparecen, son sólo engañifas, gambitos, cortinas de humo o solo un cambio de ropaje de viejas recetas, desde la “tercera posición”, al modelo “Nac & Pop”, o el “socialismo del siglo 21”. Todas mentiras para ocultar lo mismo, para intentar frenar lo infrenable, que es el cuestionamiento de las masas del mundo y de nuestro pueblo en especial, a todo este sistema corrupto. Donde día a día se busca una salida, una salida que es revolucionaria.
Dentro de estas impresionantes políticas diversionistas, se encuentra, las “políticas de economía social”, objetivo central, que el pueblo protagonista de los problemas, continúe teniendo problemas y creyendo en el sistema que lo explota, que lo sojuzga. Y en particular se encuadra toda lo que sería el programa del Instituto de Desarrollo Rural, en donde el subsecretario de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar del Chaco, Osvaldo Lovey, esta “muy preocupado”, porque no se instrumenta el mismo, y donde se depositarían 150 millones para “trabajar” por los pequeños productores.
Lovey habla de números de leyes, de recortes y de diferencias políticas, con el actual gobernador Bacileff Ivanoff, pero la preocupación central siguen siendo los 150 millones que “le deben” a él, y que tienen que: “dar una señal clara” hacia el sector productivo de agricultores pequeños, en vistas de un año electoral. “Tenemos que responder a las demandas de la gente. Porque después, a última hora, los que tenemos que salir a pedir la confianza y el voto de la gente somos nosotros, los que estamos todos los días en el camino”, dice.
Ahora, esa preocupación, concretamente, nunca es hacia la gente o los productores, ya que si así fuese, con 150 millones, para los 15 mil productores pequeños anotados y haciendo trámite, no les sirve para nada. Ya que haciendo una división simple, significa 10 mil pesos para cada uno, los cuales ya lo tienen gastado desde hace más de un año haciendo trámites, moviéndose, llenando papeles. Ese monto ya lo gastaron en combustible, en fotocopias, en puras promesas.
Y los burgueses y su gobierno, el temor siempre lo tienen, ya que estos productores juntos con los medianos productores, son los que les han realizado la mayoría de los cortes de ruta en Saenz Peña, Tres Isletas, Campo Medina, etc.
La tarea que tenemos los revolucionarios, hoy, es que estos 15 mil productores, empiecen a codearse con el proyecto revolucionario, y visualicen que todos estos programas de “inclusión social”, son más que nada de control social, para mantenerlos ocupados haciendo tramites.
Tienen que sentir en carne propia que, de una producción social, producto de las necesidades sociales, en manos de la sociedad, la misma adquiere por fin la libertad y el despliegue libre de trabas, que necesita para satisfacer las condiciones materiales de vida, con participación de los trabajadores en la producción, conscientes de su vida.
La sociedad socialista no es un cambio continuo de modelos económicos dentro de un sistema putrefacto, sino una revolución en el desarrollo ininterrumpido hacia una vida plenamente humana.
La salida como siempre está en la lucha de todo el pueblo, en la unidad de ese pueblo, organizado, y llevando un proyecto revolucionario como norte de esa lucha.
No mas tregua, no mas espera para que nos den respuestas, ¡soluciones ya! La revolución ya esta en marcha