El día 29 de diciembre la planta de Acindar en Villa Constitución, Santa Fe, estuvo parada 24 hs..
La medida se debió al despido sin causa de un compañero que estuvo más de 6 meses sin concurrir a su trabajo debido a una operación de rodilla. Cuando se reincorporó, le dijeron que pasara por Recursos Humanos (¡Recursos Humanos!) que querían hablar con él, y allí lo despidieron.
Esto ocurrió aproximadamente a la hora 10:00. A la hora 14:30 estaba parada toda la planta: El puerto (carga y descarga de barcos), logística (carga de camiones y descarga de repuestos para las reparaciones que están en plena tarea), trefilado de barras y parte de alambres, grueros de acería y el tren 2 que están afectados a las reparaciones y REDY.
Es evidente que la empresa estuvo preparando esto para dar un escarmiento y sembrar el miedo, no es casual que el compañero hacía 45 días que tenía el alta médica de su médico particular y la empresa recién lo dejó entrar el 29-12 cuando el 80 % de la planta está de vacaciones.
El sindicato argumentó e hizo correr la idea de que la empresa tiene un 30 % de faltantes y el 20 % son ausencias prolongadas por enfermedades justificadas, y en respuesta, para meter miedo y bajar dicho porcentaje, la empresa tomó la resolución de despedir al obrero.
Los obreros reaccionaron rápidamente porque el despido SIN CAUSA deja el antecedente y abre las puertas para que echen a cualquier trabajador porque le cayó mal al jefe de turno, porque llegó tarde, o porque no te cayás (siendo esto último lo que se consideraba lo más probable).
Ante la medida de fuerza de los obreros, la empresa le dio vacaciones anticipadas al compañero, debido a lo cual el conflicto se descomprimió y se levantó la medida.
Sin embargo el tema no se terminó, ya que lo que no dijo el sindicato ni dejó traslucir, fue que hay un plan de achicamiento de personal para bajar la masa salarial y aumentar a la vez la producción de 1.500.000 tns. a 1.800.000 tns. para el 2015.
Para ello se está implementando un nuevo manual de procedimientos que quiere ejecutar y que constituye una moneda de cambio para la discusión de los próximos aumentos salariales, e incluso, la absorción en el futuro aumento del bono de fin de año ganado por los obreros.
Esta reducción nada tiene que ver con crisis y demás yerbas que inventan a menudo para justificar los despidos. Aquí, lisa y llanamente, hay un proyecto de disminuir la masa salarial por varias vías combinadas que seguidamente describimos: 1. Mediante la disminución de la cantidad de trabajadores para hacer una mayor producción; 2. Mediante la intensificación y alargamiento de la jornada laboral, para lo cual es necesario el manual; 3. Manteniendo el impuesto al salario, reduciendo los premios o absorbiéndolos en el salario, reduciendo categorías, y otras medidas.
El sindicato, una vez más, cumple su función de herramienta del monopolio y esconde la leche tratando de hacer pasar el proyecto de reducción de la masa salarial y el nuevo manual como una cosa menor, pero el objetivo de la empresa es claro.
El problema que tienen es que la clase obrera no está dispuesta a dejar pasar nada, y el paro del pasado 29, sumado a todas las luchas que se dieron los obreros en el país durante este 2014, fue una clara demostración de la actitud de clase que deberán enfrentar Acindar, todos los monopolios que están actuando en nuestro territorio y el Estado a su servicio.