En el pasado año el escenario de la política burguesa ha estado dominado en apariencia, por la llamada “lucha contra los fondos buitres”, las idas y venidas en sus políticas de ajustes, y las miserables políticas electorales.
Al tiempo que esto ocurría, se desarrollaba otro aspecto de la “exitosa política de inclusión”. En silencio y escondida detrás del discurso de la eterna “condena al éxito” que traen las “inversiones extranjeras” se abrían más las puertas a la incorporación de nuestro territorio y nuestro pueblo al mundo de la confrontación global de las distintas facciones de la oligarquía financiera. Confrontación que se da en el terreno económico, político y militar y ha sumergido al mundo en el caos, donde ahora mismo, al menos en 13 países, se desarrollan guerras producto de esta puja interimperialista donde son los pueblos los que pagan con su sufrimiento, su miseria y su muerte las enajenadas políticas de la burguesía monopolista.
Basta echar una mirada para ver cómo se desarrolla en nuestro país la actual guerra.
En la disputa por la moneda de intercambio comercial global y la creación de “zonas monetarias” el swap chino de 70.000 millones de yuanes, suma que equivale a unos 37.000 millones de pesos aproximadamente, es un paso en esta disputa.
Los llamados “chinos” a través de empresa Hutchinson-Whampoa, controlan la terminal 5 del puerto de Buenos Aires. La hongkonesa Noble Group, líder mundial en comercio internacional de productos agrícolas, construyó un puerto en la provincia de Santa Fe y tiene otro en la provincia de Buenos Aires (las dos principales provincias sojeras del país). En Ushuaia, “el fin del mundo”, la empresa china Tierra del Fuego Energía y Química está construyendo un puerto, una planta de producción de úrea (fertilizante químico) y una planta generadora de energía.
Las inversiones chinas pautan al transporte terrestre para quedarse con el Belgrano Cargas, la principal vía ferroviaria argentina. Invertirá 2.400 millones de dólares para construir 1.700 kilómetros de vía (para llegar hasta Paraguay, cuarto exportador de soja del mundo). El Belgrano Cargas atraviesa toda la zona dedicada a la soja y el maíz transgénicos con que se alimenta a la población porcina china.
La instalación de una estación espacial china en el paraje Bajada del Agrio, en Neuquén, que no sólo resigna soberanía, sino que incorpora a nuestro territorio en el mapa de los objetivos militares de las facciones en pugna. Y la conocida guerra por las reservas petroleras de yanquis, rusos y chinos, forcejeo que se extiende sobre la totalidad de los recursos mineros y de todas las materias primas.
El gobierno, los políticos del sistema y el Estado en disputa de los monopolios acercan, día a día más a nuestro pueblo a ese aparente lejano mundo de las guerras y la muerte haciendo de la revolución social una emergencia necesaria para terminar con el mundo de donde reina la ganancia sobre la necesidad del hombre.