Mientras los títeres burgueses se pasean de acto en acto para sus campañas políticas, la falta de luz y agua en nuestro territorio es una foto que se repite todos los años y que castiga al pueblo, a la vez que despierta cada vez más bronca, indignación y lucha.
El aumento de los problemas climáticos y la contaminación ambiental son otros de los motivos que perjudican al pueblo en todo el país, causando destrozos, enfermedades y muertes.
El déficit en la atención sanitaria, el abandono de la educación en general y los servicios de transporte públicos que van de mal en peor, también son causa de movilización por estos tiempos.
La explotación laboral, en donde entran la chatura salarial, los ritmos cada vez más inhumanos que causan los accidentes de trabajo, como así también las enfermedades.
Como vemos, todo esto que describimos no es nuevo para nadie y todo el pueblo lo sufre. Y como también ocurre en todos estos ámbitos, la búsqueda de la dignidad mediante la movilización, la unidad y la lucha es moneda corriente.
Seguramente faltará agregar más cosas.
Día tras día, año tras año, la combatividad de los trabajadores y sectores populares crece tanto y más, profundizando la crisis de dominación capitalista. Es que este sistema está lleno de contradicciones: a la vez que los monopolios intentan avanzar sobre los países, Estados y territorios, los alzamientos de las pueblos son cada vez mayores, con más intensidad y continuidad.
Lo que debemos conquistar. Dicho esto, también debemos decir que esa combatividad en aumento, en esta etapa de la lucha de clases, si no va acompañada de un proyecto revolucionario de los trabajadores, quedará vacía de norte político; y todo tenderá a girar en términos reivindicativos. No se sintetiza y no se llega a dar un salto político revolucionario.
Es necesario profundizar la acumulación de las fuerzas revolucionarias que están en el seno de la clase obrera y el pueblo; allí donde están las luchas de todo tipo, que apunte a terminar con el sistema capitalista por medio de una revolución socialista.
Son estas las tareas y debates que debemos dar con total franqueza y amplitud allí en los ámbitos donde día a día nos movemos. Como una forma de avanzar en la lucha revolucionaria y así terminar definitivamente con nuestro enemigo de clase.