Petroleros: Gobierno, empresas y sindicatos acordaron «criterios» para emboscar a la clase obrera

El pasado enero con claras intenciones de aplicar un salvaje ajuste sobre todos los trabajadores y el pueblo, el gobierno nacional, las provincias petroleras, las empresas y los sindicatos acordaron “criterios” que permitirán «preservar los niveles de producción y de empleo, y la paz social» en la actividad.

En la mesa de la entrega participaron Axel Kicillof (Economía), Julio De Vido (Planificación), y Carlos Tomada (Trabajo), los gobernadores Fabiana Ríos (Tierra del Fuego), Martín Buzzi (Chubut), Alberto Weretilneck (Río Negro), Oscar Jorge ( La Pampa ), Gildo Insfrán (Formosa), Eduardo Fellner (Jujuy) y Francisco Pérez (Mendoza). También, los empresarios Carlos Bulgheroni (PAE), Miguel Galuccio (YPF) y Juan José Aranguren (Shell) y sindicalistas Manuel Arévalo (Petróleo y Gas Privado de Río negro Neuquén y La Pampa y  representante del sector «obrero» en el directorio YPF)  José Lludgar (Jerárquicos, Santa Cruz) y Jorge Ávila (Petróleo y Gas Privado, Chubut).

Con el pretexto de baja de precios del crudo en el mercado internacional, los sindicalistas, a espalda de los trabajadores, acordaron los “criterios generales” para la nueva emboscada modelo 2015.

Del acuerdo se destacan:

“-La revisión de las dotaciones de los equipos de trabajo en toda la actividad”, es decir, un recorte de personal.

“-La reducción de los niveles de ausentismo; la «adecuación» de las remuneraciones para quienes prestan tareas periféricas a la actividad petrolera.”

“-La readecuación del sistema de pago» de las horas extras; la redefinición del esquema de compensaciones respecto del pago de viandas” (el texto sostiene que «hay un abuso en el uso de estos conceptos para aumentar el salario de bolsillo»).

“-La posibilidad de otorgar vacaciones fuera de los períodos habituales; el no pago de los días de huelga.”

“-La definición de un «esquema de contención social para el posible personal excedente»

“-Suspensiones programadas, y la apertura de «un programa de retiros voluntarios” (sin reemplazo).

En pocas palabras, la entrega de los convenios laborales conquistados en largos años de duras luchas.

El reto de enfrentar esta conjura burguesa contra la clase obrera pasa por continuar y profundizar el camino ya emprendido de la organización independiente de los trabajadores por fuera de las estructuras de los sindicatos de los cuales ya no se puede esperar nada. Fortaleciendo y extendiendo estas organizaciones lograremos las espaldas para hacer retroceder a la burguesía monopolista.

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