Es febrero y en la localidad de San Martín, Chaco, los funcionarios municipales y de las distintas dependencias del gobierno todavía no han tenido descanso. No pudieron tomarse vacaciones, al igual que la inmensa mayoría del pueblo. Ésta porque no tiene ni un centavo (ni para quedarse, como dicen), los otros porque la lucha continúa, la lucha de nuestro pueblo no cesa.
Coinciden los reclamos de varios sectores, al unísono. Por un lado la exigencia de los pueblos aborígenes que día a día sólo reciben maltrato y falsas expectativas, y por el otro, vecinos que ya tenían incumplidas varias promesas desde el 2013.
El martes pasado, tomaron la vereda de la municipalidad y acamparon en la misma, hasta que el intendente los atienda. Hoy estos grupos se escuchan más en el pueblo que los corsos, tan promocionados por el “pelado Leiva”.
¿Qué demandan estas personas?: Herramientas para trabajar, la conformación de cooperativas de trabajo, que le terminen las casas empezadas hace un año, que entreguen terrenos para las viviendas, etc. Nada que no se pueda cumplir, nada que no esté al alcance de las manos.
A esto se le suma el reclamo de docentes y de personal del Hospital que siguen relegados en sus sueldos y condiciones de trabajo.
Todas estas exigencias han sido presentadas también a diferentes reparticiones gubernamentales, que siempre hacen oídos sordos.
Hoy los pueblos originarios tienen otro espacio por el que luchar. El Consejo aborigen de la municipalidad de San Martín. Siempre estuvo dirigido (ocupado) por un aborigen, que por lo general resolvía poco o nada los problemas. Ahora lo maneja el hermano del Intendente que hace lo que tiene que hacer: ¡Nada por los aborígenes!
La propuesta por la que están luchando es: la conformación de un organismo colectivo elegido por DEMOCRACIA DIRECTA Y O ASAMBLEA. Este consejo aborigen estaría integrado por 5 miembros (2 de la colonia rural y 3 de los barrios de San Martín). DEBERÁ TENER CAPACIDAD RESOLUTIVA, sobre los temas a tratar. Sus decisiones no podrán ser modificadas por ningún órgano de la estructura municipal. Otro punto importante: que exista la revocabilidad del mandato, según la decisión y la participación de las bases. Implica que no debe existir la perpetuidad en el cargo, para alejarse de las formas de las organizaciones espurias del sistema como el Idach (Instituto del Aborigen Chaqueño).
La resolución de los problemas se consigue con LUCHA, ORGANIZACIÓN Y UNIDAD.
LUCHA: es un elemento que trae desde los inicios de su existencia como todo nuestro pueblo.
ORGANIZACIÓN: es lo que vienen realizando, avanzando y resolviendo en forma cotidiana
UNIDAD: es una asignatura pendiente donde habrá que trabajar para suprimir las diferencias intrascendentes y secundarias. Podemos encontrar puntos en común como trabajadores, como vecinos, como seres humanos. Todos aspiramos a una vida digna y conocemos quiénes son los que están en la vereda de enfrente. Empujar en esta dirección es responsabilidad indelegable de todo revolucionario.
Los corsos y los carnavales son una Institución del pueblo que a través del festejo expresa sus alegrías pero también sus necesidades. Hoy aquí este evento fue captado por el sistema municipal para el negocio, y es utilizado como válvula de seguridad, una cortina de humo para el pueblo. Jamás podrá impedir el histórico reclamo, hoy más actual que nunca, de un mundo donde el hombre esté en el centro de las resoluciones del problema, sin importar condición sexual, raza, o creencias. Hoy nuevamente la demostración que con la lucha se resuelven los problemas en este sistema es que a una semana de empezado el reclamo, el Intendente los atendió, y comenzaron a dar respuesta a las exigencias. Muchas son promesas para la semana que viene o para mañana los más cercanos. Pero este pueblo cada día tiene menos paciencia y cree mucho menos. Pasado el tiempo que se le otorgó, si no resolvieron, volverán a la lucha.