La sensación que recorre a nuestro pueblo es que ellos (la burguesía en el poder) continúan haciendo “su agosto”, y nosotros (el pueblo trabajador) somos “el pato de la boda”, los que garpamos su fiesta… Producen más, producen menos, pero van moviendo sus negocios al compás de más y mejores ganancias… les sopla el viento de distinto lado pero la cosa es que ellos se acomodan y le dan para adelante: el único dique de contención que se les planta es la lucha, es el parate de los trabajadores cuando decimos BASTA. Y es así, eso es lo que se vive y se siente, tal como que lo que siempre queda postergado son nuestras necesidades y la resolución de los urgentes problemas del pueblo.
La prensa burguesa ha publicado un informe mensual del Banco Central de la República Argentina (BCRA), en el que se evidencia lo que decimos.
Independientemente de la credibilidad de las cifras, el artículo sirve como para ilustrar cuál es el sector beneficiario de la política de los gobiernos de turno tal como el de Cristina Kirchner.
De acuerdo con dicho informe, la rentabilidad de las entidades financieras fue una de las más altas de la última década. Según señalan, esto se explica por “la expansión de los préstamos para consumo, el aumento de los márgenes de intermediación y, fundamentalmente, la devaluación del peso”.
En conjunto, la ganancia neta del Grupo Financiero Galicia, BBVA Francés, Santander Río, Macro, Hipotecario y Patagonia creció 56,2%, a $15.981 millones en 2014. A todas luces, el incremento es notablemente superior a las estimaciones oficiales para ese período, tanto de inflación (30%) como de la depreciación del tipo de cambio (31,3%).
Según el mismo artículo: “La depreciación del peso que el Gobierno hizo a principios del año pasado le reportó al sector bancario una inesperada ganancia de $9.737 millones sólo durante en enero debido a «diferencias de cotización».
El “agosto” de los bancos no es nuevo ni “inesperado”, está claro, pero se ve que del 2014 salieron muy bien paraditos… Y sí, es lo que tiene este “gobierno nacional y popular”…
En fin, ésta y otras noticias demuestran que la burguesía nos tira por la cabeza 40 millones de problemas para que no hablemos de lo que hay que hablar. El reciente discurso de la presidenta es un ejemplo de ello: frente a las vergonzosas mentiras respecto al salario y el ocultamiento de la abrupta caída del poder adquisitivo, nadie desde su clase salió a decir una sola palabra… todos alineados. A lo que se suman los recientes dichos de nefastos personajes como Caló, “al frente” de la CGT, diciendo que “ellos están dispuestos a aceptar aumentos menores al 30%”. Si hasta algunos salieron a decir que “no nos conviene pedir aumento, para que no nos agarre Ganancias…”
Por todo esto, estamos convencidos que el reclamo de un aumento de 40% en nuestros salarios, en una sola cuota (como ya se plantea en varias ramas productivas), golpea en este momento al corazón del sistema.
Ellos arrastran una tremenda crisis política que continuará, envuelta en un año de disputa electoral, con los “condimentos” que todo ello les agrega: más puterío, más contradicciones; y más desprecio y descreimiento por parte del pueblo.
Ése es el mar de fondo de su crisis política: los trabajadores estamos para adelante. Debemos organizar el reclamo, organizar las fuerzas, saltar la valla de nuestro propio lugar de trabajo: dar un paso desde la acción movilizadora, convirtiendo nuestras asambleas en la verdadera autoridad de cada lucha, fortaleciendo la organización independiente como clase. Esos esfuerzos nunca serán en vano e irán consolidando el camino revolucionario que hemos emprendido y que no se detendrá.