El paro del martes tiene un mar de fondo más claro que el agua

El paro convocado por los gremios del transporte, la CGT “opositora”, la CTA no adherente a este gobierno, en relación al impuesto al salario tiene un mar de fondo que pone sobre la mesa el real estado de ánimo de la clase obrera en particular y todos los trabajadores en general.

Este paso va más allá de las disputas intermonopólicas, de las movidas electorales en danza, y cualquier resquicio que tenga que ver con las internas superestructurales. Muy por el contrario, es importante dilucidar por qué lo convocan, cuál es el real motivo de tal medida, y qué lejos están las intenciones de estos tipos de conquistar una eliminación o achique del impuesto al salario.

Por ello se hace imprescindible colocarlo en el contexto y marco político de lo que está sucediendo en las masas de los trabajadores que ya venían subiendo la apuesta en cada lugar de trabajo por el bono de fin de año, lo cual (como afirmáramos en nuestros análisis al respecto); estos reclamos generaron mejores condiciones para las demandas paritarias por reclamos salariales que superan ampliamente el objetivo propuesto por la burguesía que aspirara, vanamente, que no superara el 23% o 25%, cuando el reclamo actual de los trabajadores en muchos casos supera el 40%.

La prensa hizo campaña de silencio en torno a esto, y ahora se ve obligada a darle una amplia difusión al paro por ganancias, retrocediendo, como lo están haciendo los sindicatos, tratando de descomprimir a toda costa el descontento y conflictividad en las fábricas y demás lugares de trabajo.

Y es que el horno no está para bollos. Pero como el mecanismo de pensamiento de la burguesía es metafísico apuestan a que convocando a este paro se va a destensar la situación, desviando o debilitando los objetivos de reclamos salariales.

Pero aquí la clase obrera argentina vuelve a sorprender y lejos, muy lejos de darle la espalda a la medida, en muchos lugares, desde abajo, han empujado a las estructuras gremiales a sumarse a la medida. El caso de ACINDAR es una clara muestra de ello, pues ni bien salían triunfantes de una lucha generada desde abajo por suspensiones, le exigieron con un petitorio firmado por todos los compañeros a la UOM de Villa Constitución la adhesión al paro. No es una casualidad que el muñeco de torta de Caló adicto al gobierno diera libertad de acción a las seccionales de la UOM.

Lo interesante es que arriba se ven obligados a tomar esta iniciativa por la bronca reinante abajo, lo cual significa un nuevo piso para la lucha por los reclamos en danza, principalmente la lucha por los reclamos salariales.

De ahí que generalizarles el reclamo del 40% de aumento como piso pasa a constituirse en una piedra en el zapato pues ya está instalado, y les genera a las políticas de los monopolios un horizonte más oscuro todavía, por el año electoral y los condicionamientos que tendrá el gobierno que asuma, sea quien sea; pues se encontrará en su primer acto de gobierno aprisionado por las disputas salariales del próximo año, donde los monopolios van a querer recuperar costos de esta disputa que se les fue de las manos, y en los últimos meses del actual gobierno éste no se encuentra en condiciones de hacerse el fuerte porque la mismísima oligarquía no quiere darse el lujo de una debacle política que profundice aún más la crisis política.

Por todo esto, independientemente de quiénes convoquen la medida y con qué fines, si la adhesión es masiva, ya el tiro les salió por la culata.

Compartí este artículo