La actual situación social que se vive producto de las intensas lluvias, son atribuibles al desprecio de la clase dominante y de su Estado hacia nuestro pueblo.
Solo importan “el mercado “y las ganancias, sostenidos en lo político por el escenario electoral.
Cuando suceden éstas situaciones de catástrofes, “la previsibilidad” que tanto agitan en lo económico, con frases como: “tenemos que ser un país serio y previsible”, de ninguna manera es siquiera mencionado cuando de lo que se trata es aplicar planes de corto, mediano y largo plazo para sellar viejas e históricas situaciones como las que hoy se están viviendo.
La clase dominante no está dispuesta a resolver estos problemas, no es “negocio” o en todo caso es de baja estopa. Llevamos una semana y no hay atisbo de ayuda. Todos miran para otro lado y si de algo se preocupan es como salir en la “foto” para quedar bien parados para las elecciones de octubre. ¡Dan asco!
Poblaciones enteras la están luchando, y están luchando.
Y es allí en donde deberemos prestar la mayor atención. No esperar a que el Estado solucione los problemas, así lo demuestran muchísimos pobladores inundados. Por un lado exigir nuestros derechos y por el otro encontrar en la movilización el verdadero poder para solucionar los problemas.
Emular a quienes se han puesto al frente de ésta situación en cada caso concreto en el sentido de organizarse por fuera de las instituciones del Estado. A ellos solo ¡EXIGENCIAS!, del lado de los afectados continuar con más organización, en muchos casos ya establecidas y en otros darle un carácter fundacional.
Esas organizaciones que perduraron en el tiempo son avanzadas de las que hoy se vayan creando.
Los argentinos sabemos que los problemas se agudizarán cuando comiencen a bajar las aguas y es en ese sentido que las organizaciones populares creadas independientemente del Estado, que a esta altura son muchísimas, tiene que tener en vilo a todos los politiqueros sean del color que fuesen a la vez de hacer pesar el poder de movilización que existe para contraponer la desidia institucional contra la indignidad a las que nos quieren someter.
Nuestro partido se moviliza como se está movilizando todo nuestro pueblo, es un problema básico de solidaridad, los problemas hay que solucionarlos sin especulación de ninguna especie. La clase dominante seguirá castigando a la naturaleza, principalmente al Hombre. Los negocios así lo requieren. Nosotros, pueblos, seguiremos generando las organizaciones necesarias, masivas y movilizadas para frenar esas políticas y esos intentos con toda la fuerza que hemos acumulado en años de lucha.