La dictadura de Onganía, Levingston y Lanusse (como se la recuerda) y la posterior dictadura del ’76 se inscriben en el proceso iniciado en los 60 de adecuación del Estado a las necesidades de las facciones mas concentradas de la oligarquía financiera mundial, afirmando el poder colectivo del capital concentrado en nuestro país. En ese proceso de concentración del capital y de puja por la dominación del Estado, que es la consumación del Capitalismo Monopolista de Estado, se acentúa su carácter de clase, de Estado al servicio de los monopolios y por ende la defensa a ultranza del régimen capitalista y sus mecanismos, su institucionalidad, etc.
La lucha revolucionaria de aquellos años pone en vilo esta transformación del Estado y al capitalismo mismo. El Cordobazo y la cuantiosa movilización política de la clase obrera y el pueblo y la lucha revolucionaria no solo enfrentan la dictadura sino que van por el poder y el socialismo. El retroceso de la dictadura era muy marcado pero había que hacerla caer y no permitirle un repliegue ordenado, no permitirle su recomposición política. Las organizaciones revolucionarias PRT, ERP, FAR y Montoneros organizan la fuga del penal de Rawson para liberar a sus cuadros de dirección que se encontraban prisioneros. Ello constituye un golpe demoledor a la dictadura de Lanusse y le pone su sentencia de muerte.
Con el asesinato en Trelew de los 19 revolucionarios que no pudieron fugarse se pretendió aleccionar el atrevimiento de confrontar al capital y a su poder represivo para acallar las ideas de revolución. Pero las cartas estaban echadas para la dictadura, y la audacia de esos revolucionarios que vieron con claridad el momento político y la debilidad del poder actuando en consecuencia, multiplicaron el odio del pueblo hacia la misma, lo que se expresó en las masivas manifestaciones en cada uno de los funerales que les dieron sepultura.
Las formidables luchas de aquellos años han trazado un camino que va más allá de su época y que marca el sentido que adquiere la lucha de nuestro pueblo por una vida digna. Fue, como ya se ha dicho desde estas páginas, una victoria de todo el pueblo.
El oportunismo y los reformistas con toda su falsedad histórica a cuestas han querido borrar esta esencia fundamental de la lucha revolucionaria de los héroes de Trelew pretendiendo enajenarla de la situación política de ese momento respecto de la lucha por el poder.
Desde aquellas épocas de revolución hasta el presente hay un hilo conductor que es la huella que han dejado los revolucionarios de Trelew. Las luchas obreras, en el poder local, en la movilización y en la acción de nuestro pueblo en la acción y el desarrollo de las ideas de la revolución en la construcción del camino revolucionario avanzan con esos trazos históricos delineados en aquellos años.
Aunque la época, como se dice ahora, ha cambiado, la esencia es la misma: la lucha por el poder y el socialismo con esta impronta revolucionaria que nos han legado. A 43 años de su asesinato decimos que los compañeros están presentes en las huellas del futuro. La lucha continúa
¡¡¡Hasta la victoria siempre!!!