Con las ultimas inundaciones en la provincia de Buenos Aires, se renueva la red de organización que tiene el pueblo para dar respuesta a los problemas que ninguna de las instituciones del Estado quiere resolver. Como miles de organizaciones sociales, los trabajadores nos ponemos a la cabeza de las colectas en los puestos de trabajo para dar una mano a los que perdieron todo por la inoperancia y la desidia de los gobernantes.
Dicen no haber podido hacer todas la obras necesarias, pero todos fuimos testigos asqueados de los millones que pusieron en juego en las elecciones, miles de carteles con caras de sonrisas brillantes que nada tiene que ofrecernos, porque lo que en verdad se disputan es quien será el socio privilegiado-administrador de las grandes empresas que dominan el poder del estado en nuestro pais y que entre otras cosas son responsables del desastre que generan poniendo prioridad absoluta en desarrollar sus negocios (negocios inmobiliarios, la sojización, mineras, etc) a costa de las personas y la naturaleza.
La bronca nos recorre porque tenemos claro que esto no es un desastre natural, sabemos quienes son los responsables con nombre y apellido, y una vez más queda claro que sólo nosotros podemos ponernos a la cabeza de nuestro destino, nada bueno podemos esperar de arriba.
En este ejercico que vamos haciendo en la resolución de todos los problemas que se nos presentan, nos hacemos fuertes, nuestras organizaciones crecen en experiencia, en la iniciativas que tomamos, ejercemos el poder real cuando ponemos todos los recursos con que contamos para enfrentar las situaciones.
Nos movilizamos en solidaridad que no es caridad, que es verdadero sentido de que lo que le pasa a nuestros vecinos nos pasa a nosotros también, y aquí está la esencia de la unidad de clase, ahora tenemos que avanzar en dar vida permanente a estas nuevas instituciones que surgen para luchar, para resolver infinitas situaciones, poner a disposición de todos un proyecto revolucionario que le de sentido a esta fuerza que tiende inevitable a la lucha por la verdadera dignidad, donde el centro este en el ser humano/la naturaleza y no en los negocios para unos pocos.