A días de la conclusión de las elecciones provinciales, el gobernador Capitanich dio vía libre para que Monsanto cobre, en forma compulsiva, por el uso de la tecnología de sus cuestionadas semillas transgénicas.
Se trata del cobro por cuenta de la multinacional de un canon (impuesto) que recae sobre los productores que utilizaron la semilla de soja modificada “Intacta RR2” y que según ellos, no fue cobrado al momento de la compra de la semilla por el alto grado de “informalidad del mercado semillero”.
Monsanto logra en el Chaco hacer pie con su largo reclamo tras varios intentos de poner en práctica su expropiación, que fue desde recurrir a la “leyes de propiedad intelectual” por uso de la biotecnología hasta acuerdos entre privados, con empresas como Cargill o Bunge, para ejecutar el cobro al momento del acopio. (Ver “Monsanto no sólo envenena y mata..” del día 18/05/2015)
Así, en la provincia del Chaco (que tiene el índice mas alto del país de utilización de la “Intacta” en la última campaña sojera), los productores de La Tigra, San Bernardo, Concepción del Bermejo y Avia Terai, ya comenzaron a recibir en sus domicilios las facturas para el pago por el uso de la misma, que va ndesde 8 hasta 15 dólares por tonelada de soja.
Así, el gobierno de los monopolios, que de pico y en plena campaña electoral “resistía” la aplicación de este canon, encontró de la mano del gerente de la oligarquía financiera Capitanich, la forma de conceder el expoliador reclamo. A la vez acentúa aún más la dependencia de la imposiciones del los pulpos del argronegocio y de su aberrante tecnologia, y refirma las políticas para la concertación de la tierra.
Pero la moneda esta en el aire, y estas medidas rapaces encontrarán en los productores y el pueblo chaqueños (que ya llevan largos meses en la rutas, en lucha contra las políticas estatales que los despojan diariamente) un duro muro frente a los propósitos de la oligarquía financiera.