El grado de politización de nuestro pueblo no tiene techo. Las elecciones han exacerbado en cada hogar, en cada lugar de trabajo, los debates ya establecidos desde hace mucho tiempo.
En este marco, los candidatos de los monopolios, Macri y Scioli, han tenido que dar discursos llenos de “promesas”, con alto contenido populista. Muchas frases vacías con la intencionalidad de no decir nada irritativo y lograr un voto. Candidatos del poder caricaturescos. Expresiones de una burguesía monopolista en crisis política.
Esta politización adquirida va más allá de las elecciones propuestas para el domingo, recorre un camino independiente de los popes del actual escenario marquetinero. Lo que el pueblo debate ha trascendido los diques de contención impuestos desde el poder.
La “carátula” Macri-Scioli, se ha transformado en un estado deliberativo que rompió los limitados techos impuestos en un camino electoral clásico.
Prometieron entre otras cosas: ¡Cuidar el salario! ¡Cuidar el trabajo! ¡Cuidar la familia! ¡Oportunidades a los jóvenes! ¡Créditos baratos para la casa propia! ¡Educación de calidad! ¡82% móvil para las jubilaciones! ¡Eliminar el impuesto a las ganancias! Y ¡Bla, bla, bla¡
Subestiman la actual situación de las masas explotadas y oprimidas.
El voto se emitirá… habrá un presidente electo… pero el día lunes, ese estado deliberativo, rápidamente se convertirá en un boomerang. Las “promesas” que se vieron obligados a hacer, liberarán las fuerzas populares para ir por ellas.
Si hasta aquí el poder burgués no tuvo calma, el día lunes comenzará el largo peregrinar de gobernar en un “infierno”.
El profundo sentido del debate es la dignidad. El profundo sentido de la esperanza es multiplicar la lucha, la movilización y la organización, no darles respiro.
A las promesas vertidas más arriba, podrían agregarse una catarata más. Imbecilidades de un poder que azuzó la politización de grandes masas subestimándolas, se chocarán con millones, y no sólo por lograr lo “prometido”.
En medio de todo esto empezaron a calar hondo las ideas revolucionarias, años y años de acumulación de fuerzas silenciosas comienzan a presentar batalla en un terreno que le es ajeno al poder.
En la profundidad de nuestro pueblo se multiplicarán las acciones revolucionarias, metodologías y organizaciones que de hecho se vienen constituyendo en fuerzas independientes de la burguesía. Desde hace años, en cada fábrica, barrio, universidad, escuela, etc., se fueron consolidando Instituciones que nada tienen que ver con el poder burgués, que van adoptando formas revolucionarias en el sentido de verdaderas experiencias de democracia directa y de plena soberanía en las decisiones de lucha.
Dándole una continuidad a todo este proceso, para el día lunes y hasta la asunción del presidente electo, proponemos los siguientes ejes:
- Preparar las fuerzas populares para exigir el cumplimiento inmediato de las promesas de campaña.
- La movilización y la lucha inmediata, como herramientas fundamentales para condicionar a la clase dominante.
- Unir desde todos los ángulos el gran torrente dispuesto a profundizar los cambios revolucionarios que pongan como punto esencial la lucha por una vida digna.
- Multiplicar las Instituciones soberanas (asambleas y democracia directa, y organizaciones de masas), independientes de la institucionalidad burguesa, capaces de elevar política y orgánicamente los caminos de la revolución.
- No los dejemos tomar iniciativas que intenten condicionar el actual proceso de acumulación de fuerzas políticas de todo el pueblo.
- Además de los puntos anteriores, disponer masivamente las fuerzas políticas populares para las luchas inmediatas por el salario que ya se avecinan.