La coyuntura política y el desarrollo de la lucha de clases en la Argentina ameritan que elaboremos como pueblo una respuesta a los grandes problemas lo más amplia y abarcativa posible, que llegue a lo más profundo de nuestra sociedad. Por ello, docentes, estudiantes y trabajadores en general nos juntamos a reflexionar y debatir sobre la realidad de la educación y de los jóvenes de nuestro país. Nos encontramos compañeros de Misiones, Corrientes, Santa Fe y Chaco.
Estos son tiempos en que los monopolios y el estado a su servicio utilizan toda su estructura y capacidad para mantener distraído al pueblo con campañas electorales de largo aliento. La cuestión es evitar que la mirada de las mayorías laboriosas se asiente en las causas y las repercusiones de las grandes líneas políticas que imponen desde su dominio. En esta contienda se imponen los que más dinero tienen, los que más mienten, confunden y ocultan los sufrimientos del país y la región. Los discursos de los candidatos son más de lo mismo y nosotros como pueblo desconfiamos de todo lo que nos venden. El próximo gobierno asume un claro carácter antipopular y está marcado por la debilidad. El panorama es de una profundización de los conflictos y comprendemos que se abre una oportunidad para las conquistas de nuestra clase. Por eso preparamos y fortalecemos todas las fuerzas sociales dispuestas a ello.
Desde el pueblo, podemos superar la exclusión social que nos imponen desde arriba. Las políticas económicas actuales llevan a la precarización y la flexibilización del trabajo, a la desnutrición, a la insatisfacción de las necesidades básicas. El poder de los capitalistas somete a un ataque sistemático al ecosistema, con la megaminería, la depredación de nuestros bosques, ríos y mares, con el monocultivo a gran escala de la soja. Los empresarios multinacionales son los únicos beneficiarios de este modelo. Nosotros estamos convencidos que dentro de los marcos institucionales y políticos del capitalismo monopolista de estado no hay ni habrá soluciones de fondo a los problemas de educación, salud, vivienda, salario, condiciones laborales, cuidado del planeta.
Consideramos necesario dar batalla en cada uno de los frentes con política de masas, con ejes convocantes a la gran mayoría del pueblo, con organizaciones de nuevo tipo, verdaderamente democráticas.
El sistema educativo es un espacio en disputa entre los sectores populares y los intereses de los monopolios. Para ellos, las aulas son una fábrica de seres obedientes, sumisos, despojados de las herramientas para comprender y transformar su entorno. La educación del capitalismo sirve para fortalecer y sostener la dominación de la burguesía. En las escuelas secundarias, institutos y facultades es donde repercute con mayor virulencia la influencia de las concepciones de nuestro enemigo de clase. Allí genera y reproduce su ideología de explotación del hombre por el hombre. Nosotros nos proponemos construir otra educación, que denuncie las raíces profundas del sistema, ponga las bases de un nuevo Estado y empiece a construir una sociedad para la dignidad de todos. En este camino, es fundamental el rol que juegan los jóvenes argentinos, en especial los estudiantes del nivel medio, los terciarios y las universidades. En ellos se expresa lo mejor de los valores de solidaridad, sacrificio y voluntad de trabajo de nuestra sociedad. Es la potencia juvenil que empuja a la construcción de una vida digna.
El sábado 14 de noviembre, desarrollamos un debate fraterno donde expusimos nuestras realidades particulares. Pudimos alcanzar puntos de acuerdo que nos permiten fortalecer y profundizar la labor en cada lugar de trabajo, de estudio y de vida.
La comunidad educativa es un encuentro de todos los sectores del pueblo. Los docentes, los estudiantes, los tutores, somos vecinos, familiares, y nos asumimos como trabajadores. Nos proponemos superar las miradas sectoriales y poner la atención en los grandes problemas comunes. Construimos una unidad amplia, que nos vuelve más fuertes. A los sectores de cada espacio local, ahora agregamos el apoyo y el respaldo de los compañeros de las demás provincias,
Sabemos que es tiempo de mostrar con acción lo que expresamos en palabras. La participación democrática, la organización asamblearia y de base son nuestras fortalezas. Concluimos que es conveniente proponer objetivos alcanzables, que permitan logros concretos. La perseverancia, la responsabilidad y el compromiso militante frente a las necesidades y las aspiraciones de nuestro pueblo son garantía de las conquistas. Este ejercicio nos brinda la oportunidad de ser protagonistas de nuestra historia. En cada barrio, en cada escuela, vamos entre todos construyendo un poder local, que resuelve las demandas de nuestra clase y nuestro pueblo.
Los trabajadores somos responsables del futuro de nuestras próximas generaciones. Los docentes, los estudiantes, todo el pueblo, conocemos con detalle nuestra realidad y tenemos la oportunidad de mejorarla. Estamos construyendo una comunidad educativa, vamos poniendo las bases de una práctica y un proyecto que transforme nuestro presente.