Los pueblos dicen no a la guerra: «No en nuestro nombre»

Al mismo ritmo que la burguesía monopolista intenta resolver sus disputas de intereses a través de la guerra, sembrando el terror y miles de muertos, en extensas partes del mundo, los pueblos levantan sus banderas de “No a la Guerra”

El pasado fin de semana miles de manifestantes se concentraron en Londres bajo lema “No a los bombardeos”, contra cualquier presencia militar de Gran Bretaña en Siria. La manifestación se convocó tras el discurso de Cameron en el parlamento el jueves pasado en busca de apoyo para realizar ataques aéreos en Siria contra el llamado Estado Islámico.

Una de las promotoras de la manifestación es la pacifista británica Lindsey German: “Nos oponemos firmemente al plan de David Cameron de votar en el Parlamento el bombardeo a Siria. En estos momentos Siria está siendo bombardeada por las dos mayores potencias militares en el mundo, Estados Unidos y Rusia”.

En Madrid, Barcelona, Zaragoza y Cádiz y 20 ciudades ha vuelto el NO a la Guerra. Bajo la bandera “No en nuestro nombre”, con un llamamiento con alto contenido político, varios miles de manifestantes han rechazado toda  intervención militar en Siria por parte del Estado Español agudizando, aun más, la crisis de la burguesía.

Llamamiento ‘No en nuestro nombre’

«Los brutales atentados perpetrados en París el pasado 13 de noviembre buscaban instaurar un clima y un régimen de terror entre la población, levantando muros de sospecha y odio entre vecinos, quebrando la vida en comunidad e instaurando la política del miedo en nuestro día a día. Si la respuesta a la barbarie pasa por suspender derechos, recortar libertades y encerrarnos en casa, la victoria del terrorismo será total. Si al dolor por las víctimas inocentes se responde provocando más dolor a otras también inocentes, la espiral será imparable. Si buscamos culpables entre nuestros vecinos y vecinas por el simple hecho de vestir o pensar diferente, si criminalizamos a quienes huyen precisamente de ese mismo horror, estaremos contribuyendo a apuntalar los mismos muros que el fanatismo quiere crear. No podemos permitirlo.

El fanatismo terrorista del Daesh (ISIS) es funcional y retroalimenta al fanatismo racista europeo, mientras nuestros Gobiernos practican recortes de derechos sociales y libertades fundamentales, xenofobia institucional y bombardeos indiscriminados, que se han demostrado ineficaces. Nos negamos a participar en el falso mercadeo entre derechos y seguridad. Aquí, en París, en Iraq o en Siria, son los pueblos los que ponen las muertes mientras unos y otros trafican con influencias, armas e intereses geoestratégicos. El odio fanático de unos no puede esgrimirse como justificación para nuevos odios. Nos negamos a ser rehenes del odio, el terror y la intolerancia, eso sería claudicar ante el terrorismo.

Las y los abajo firmantes creemos que la democracia, los Derechos Humanos y la aspiración a una paz con justicia no son un camino ni una moneda de cambio para nada, sino que constituyen en sí mismos el camino y el horizonte, además de la mejor respuesta contra quienes quieren acabar con ellos. Por eso nos oponemos drásticamente a cualquier respuesta al odio que implique más odio, más intolerancia, más muertes de inocentes y menos derechos y libertades.

Desde el convencimiento de que en estos momentos la ciudadanía no solo no puede esconderse, sino que debe ser protagonista y liderar la respuesta contra el terror, nos convocamos el sábado 28 de noviembre a las 12:00 en la Puerta del Sol de Madrid para mostrar nuestra repulsa a los ataques terroristas de París y Líbano, nuestra repulsa a los bombardeos contra la población civil siria, nuestra repulsa a recortes democráticos como ineficaces garantías de seguridad y nuestra repulsa a la política exterior belicista iniciada por el Trío de las Azores (Bush-Blair-Aznar). Invitamos al resto de municipios a sumarse a esta iniciativa impulsando convocatorias ciudadanas similares.

Contra el terrorismo, contra la islamofobia y contra sus guerras.

Ni los recortes de libertades ni los bombardeos nos traerán la seguridad y la paz.

NO en nuestro nombre.»

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